Los cortes de energía son solo una expresión más de la crisis política del país, no del crimen organizado como dice el comunicado de la presidencia, ni de que la ex Ministra de Energía haya ocultado información vital sobre un sector estratégico, o de que hayan abierto la llave de Mazar para que se acabe el agua.
Ecuador tiene una crisis ambiental compleja, vinculada a la poca inversión y nulo compromiso político en el tema. En el 2014 la inversión en ambiente representó el 0,2% del PIB, y para el 2016 esta inversión se redujo en un 80 % debido a la crisis económica del país. En los último 8 año no se ha incrementado la asignación presupuestaria a la Estrategia Nacional de Biodiversidad.
No han servido de nada las consultas populares para no seguir explotando el Yasuní, el Choco Andino o el Azuay libre de minería, no se toman medidas para el ahorro y cuidado de los recursos hídricos, no se invierte en el mantenimiento de las centrales hidroeléctricas ni en la generación de energía renovable, y obviamente quienes lideran el país no tienen idea de lo que dicen o hacen en esta materia.
Hacer un feriado obligatorio no hace que baje el consumo de energía, hace que suba la indignación y espero que sea para sacudir al país. (O)