El sector eléctrico marcó el desarrollo de Cuenca

El sector eléctrico ha sido un punto transformador que ha marcado el desarrollo y la modernización de Cuenca. Su evolución fue clave en el crecimiento urbano, industrial y tecnológico de la ciudad, hechos que han quedado registrados en las páginas de El Mercurio.

La primera planta de electricidad en la ciudad se estableció en 1914, cuando entró en operación una planta de 37,5 kilowatios importada de Estados Unidos por Roberto Crespo Toral y llegó arrastrada por bueyes y por los denominados guanderos.

“El visionario de ese entonces, Don Roberto Crespo trae la primera planta de luz a Cuenca (…) él fue un viajero por muchos países, lo que hizo que tenga esa visión para que Cuenca cuente con energía eléctrica en los hogares, negocios e industrias existentes y nacientes”, rememora el historiador Jaime López Novillo.

Este hecho, que marcó el comienzo de una nueva era para los cuencanos, fue resultado de un proceso de modernización que se estaba gestando en Ecuador a fines del siglo XIX y principios del siglo XX, impulsado por la revolución industrial y avances tecnológicos en Estados Unidos y Europa.

Para asumir responsabilidades en el sector eléctrico, en 1916 se conformó el Departamento Municipal de Luz en Cuenca.

En 1922, la creciente demanda de electricidad superó la capacidad. Se emprendió la búsqueda de un emplazamiento más adecuado y se decidió que las riberas del río Tomebamba, aguas arriba del puente de Monay, ofrecían las condiciones necesarias.

Planta de Monay

En 1926 se inauguró la moderna ‘Planta de Monay’, con la incorporación de una potente turbina ‘Morgan’, la cual fue transportada a rastras y halada por bueyes.

De este hecho se hizo eco El Mercurio en su publicación del sábado 7 agosto de 1926.

En sus páginas reseña que “Cuenca progresa merced al esfuerzo de sus propios hijos”, en alusión al montaje de la maquinaria de la nueva instalación para los servicios de fuerza y luz Eléctrica.

A la compañía ‘Fuerza y Luz Eléctrica’, que sucedió a las primeras plantas eléctricas de Cuenca, siguió en 1950, la ‘Empresa Eléctrica Miraflores’. Esta última se hizo cargo del proyecto ‘Saymirín’, que inicialmente contaba con una capacidad de 2.500 kilovatios, la cual posteriormente se duplicó.

La realización de estas obras implicó una colaboración conjunta de diversos actores, como la Corporación de Fomento, las municipalidades de Cuenca y Azogues, la Asistencia Pública de Azuay y Cañar y la Caja de Previsión Social.

Hito

Este proyecto marcó un hito al ser la primera vez que una obra pública local se planificaba con un presupuesto que superaba los 17 millones de sucres.

En 1957, cuando se conmemoraban los 400 años de fundación de Cuenca, se encontraba en funcionamiento la planta de Saymirín.

Con el objetivo de asegurar su continuidad, se emprendió la construcción del reservorio de Dutasay y la presa El Labrado. Esta infraestructura, con una capacidad de almacenamiento de seis millones de metros cúbicos, fue diseñada para garantizar un suministro de agua durante períodos de sequía y comenzó a operar en 1972.

Posteriormente, se dio paso a la construcción de la central eléctrica de Saucay, la cual tenía una potencia de 8 mil kilovatios. Esta central no solo impulsó el desarrollo energético, sino que también permitió ampliar la cobertura eléctrica a varios cantones en la provincia de Azuay.

En enero de 1961, el entonces Centro de Reconversión Económica de Azuay, Cañar y Morona Santiago (CREA) adquirió acciones en la ‘Empresa Eléctrica Miraflores’.

Más tarde, en septiembre de 1963, el Instituto Ecuatoriano de Electrificación (INECEL) se unió como nuevo accionista. Se modificó el nombre de la empresa de ‘Empresa Eléctrica Miraflores S.A’. a ‘Empresa Eléctrica Cuenca S.A’.

Inicio de la Centro Sur

En 1979, se produjo un cambio significativo pasando a llamarse ‘Empresa Eléctrica Regional Centro Sur C. A’ y emprende programas de desarrollo eléctrico en la región, para abastecer de energía a las provincias de Azuay, Cañar y Morona Santiago.

Antes de que se constituyera la Regional Centro Sur, la ciudad contaba con las centrales hidroeléctricas de Saucay y Saymirín, junto con las térmicas de Monay y El Descanso. Estas tenían presas que permitían almacenar agua para regular los flujos durante los meses de verano.

Sin embargo, a partir de los años 90 del siglo pasado la Regional Centro Sur ya emprendió la construcción de la central y presa de Chanlud. Este período se caracterizó por planes de expansión que se intensificaron desde 1999, tras la reorganización del sector eléctrico.

Esta reestructuración dio origen a empresas separadas de generación y distribución de electricidad, delineando un nuevo marco legal para el sector.

La Empresa Electrogeneradora del Austro (Elecaustro), establecida en 1999, se encarga de la generación de energía, mientras que la Centro Sur se ha dedicado a la distribución. (PNH)-(I)

“Sabemos que ha comenzado ya el montaje de la maquinaria de esta nueva instalación destinada a prestar los importantes servicios de luz y fuerza eléctrica. Dispone la planta de las aguas del caudaloso río Monay y por la solidez de las obras efectuadas, puede asegurarse que significa un gran adelanto para el progreso de Cuenca”.

Publicado en El Mercurio. Sábado 07 de agosto de 1926

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Patricia Naula Herembás

Licenciada en Comunicación Social con experiencia en medios tradicionales y digitales. Hace coberturas y en redacción de temáticas de emprendimiento, empresarial, sociedad e interculturalidad.

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