La cultura de la legalidad

Hugo Darquea López

En la línea de creación institucional me permito insistir que las sociedades organizadas definen su proceso mediante la adhesión a valores y principios fundamentales que informan al sistema jurídico que organiza el Estado de Derecho.  La justicia es la médula de las concepciones y normas jurídicas haciendo una realidad los principios de la buena fe y el respeto a la ley que deben ser retomados para enmendar las agudas contradicciones que desarticulan a nuestra comunidad nacional.

 En efecto de mi lectura de los resultados de la consulta popular  y referendo de días anteriores puntualizo que los mismos demuestran el mayoritario voto de los ciudadanos para cambiar el sistema jurídico penal en función de la indispensable coherencia normativa que sancione el delito en los términos necesarios  a una realidad afectada gravemente por el daño causado a los bienes jurídicos sustanciales como la vida, el patrimonio y la dignidad humana mediante la comisión de   delitos atroces  cuya autoría es imputable a los sicarios del crimen organizado.

Asesinatos, lavado de activos, asociación ilícita, terrorismo, sicariato y más formas lesivas destruyen la comunidad social.

En este círculo vicioso de la delincuencia organizada y precarización moral de la sociedad, la gestión de la fiscal general del Estado Doctora Diana Salazar Méndez es un referente esencial de la recuperación de los valores éticos y jurídicos del Ecuador del siglo XXI.  Su gestión inclaudicable de coherencia existencial se demuestra en los expedientes Metástasis, Encuentro y Purga que desentrañan la corrupción, narcopolítica y la infiltración de las mafias en sectores tan importantes del Estado como la Función Judicial, la Asamblea y distintitos niveles de la administración pública afectados por la anomia conductual y la distorsión de la ley.  Su cultura jurídica y verticalidad son reconocidas en el mundo por universidades y estamentos internacionales de lucha contra la corrupción.

Tengamos presente que la paz ciudadana y la seguridad jurídica van juntas en una sociedad debidamente organizada.   (O)