En Riobamba, ciudad emblemática para la ecuatorianidad, reposa en su majestuosa Catedral -situada frente al parque Pedro Vicente Maldonado- el Mural de los Pueblos Latinoamericanos. El templo cuyos vestigios datan de la otrora villa en el siglo XVII, fue reconstituido -luego del terremoto de 1797- hasta más allá de mediados del XIX, convirtiéndose en valiosa pieza arquitectónica, patrimonial e identitaria.
¿Pero, qué motiva en sí estas líneas? El mural anteriormente mencionado. La estética desbordada en la amplia composición visual. La variada interpretación sígnica. La cromática fuerte y vibrante que refleja la manera del ser latinoamericano. Los conflictos humanos. Las contradicciones sociales. Las inequidades. La opresión institucional en Argentina en los 70 o en Ecuador en los 80 que devino en víctimas y desapariciones forzosas. Las dicotomías elevadas a disquisición filosófica como la vida y la muerte. Los desposeídos de la patria grande. La mujer indefensa. El poeta, el revolucionario y el labriego de la tierra bendita en conjunción esperanzadora. La testaruda forma de asumir la lucha en favor del prójimo. La parábola bíblica como bálsamo de luz. El “cura rojo” que jamás se amedrenta a ninguna amenaza de poder, consciente de la condición de mártir. Dios en el centro multiplicando el pan, el pescado y la fe. Las tradiciones y costumbres de nuestros pueblos oprimidos. La riqueza del sincretismo cultural.
Esta obra artística de 5×8 metros (también conocida como El Cristo del poncho) fue donada por su autor Adolfo Pérez Esquivel, Premio Nobel de la Paz, a la curia como homenaje a Mons. Leonidas Proaño Villalba, figura emblemática de la iglesia viva. Él fue precisamente Obispo de Riobamba entre 1954 a 1985, legando una labor misionera ejemplar y de férreo compromiso de pastoral comunitaria, sobre todo, con el indígena, a través de proyectos palpables como la alfabetización. Militante irreductible de la teología de la liberación y del apostolado por la redención de los pobres.
Mural que dignifica a Proaño y a tantos otros profetas que entregaron su existencia por alcanzar la emancipación y justicia social. (O)