El ruso Andrey Rublev se convirtió en el ganador del Masters 1.000 de Madrid tras ganar en la final al canadiense Felix Auger Aliassime y superar el mal estado físico en el que se ha encontrado en los últimos días, enfermo con fiebre.
Rublev desveló que sigue enfermo y que, incluso, han tenido que anestesiarle en un dedo y en un pie para poder seguir adelante.
«Me han anestesiado el dedo y en el pie. Se me inflamaron y se hincharon. Se pusieron muy grandes y el hueso tuvo toda la presión. No podía ni meter el pie en el zapato. Parece que está roto. Y me tuvieron que anestesiar para que no lo notara», explicó Rublev. «Pero al final he podido jugar», dijo.
«No sé qué es lo que me pasa. Estoy enfermo ocho o nueve días y eso no es normal. No he mejorado. Sigo enfermo y tendré que ir al hospital para hacerme pruebas y ver qué pasa. Es muy raro. Es la primera vez que estoy tan mal en mi vida», insistió el ruso, que añadió que lo que peor siente es la garganta.
«Está bloqueada y no puedo comer, ni tragar y me duele la cabeza», añadió el campeón de Madrid que se mostró feliz por el éxito que tituló como el más relevante de su carrera.
«No he podido hacerlo mejor en esta última semana y media. He mejorado cuando perdía 4-1. Presioné, me relajé y también de salud me vi mejor. Empecé a jugar mejor», explicó.
Rublev llegó a Madrid con cuatro derrotas seguidas, sin pasar de primera ronda en los últimos torneos. En Madrid, sin embargo, ha lograd cinco victorias y ha logrado el título. «Es normal tener altibajos. Empecé bien la temporada y luego empeoré. Y llegó esa racha sin ganar partidos. Pero a todos nos pasa. La temporada es larga y sabía que tendría mi oportunidad».
«En una semana cambia todo y evidentemente la temporada de tierra está siendo muy buena para mi a pesar de las derrotas en primera ronda en los otros dos torneos -Montecarlo y Barcelona», agregó.
