Está muy bonito, está hermoso, dice Rosa Ullaguari, mientras pasea por una de las salas del Museo de Arte Moderno. Los adjetivos que pronuncia Rosita, como mejor la conocen, llegan porque, por primera vez, ve los rostros de sus compañeros, de sus colegas de trabajo, en un espacio dedicado al arte.
Rosita es recicladora de base y es coordinadora de la Red Nacional de Recicladores Sierra Sur. Y desde hace un poco más de un año y medio colabora con RUMBOS, un proyecto del Departamento Interdisciplinario de Espacio y Población de la Universidad de Cuenca.
Un grupo de investigadores, a través de RUMBOS, ha estado interesado en lo que hacen las recicladoras de Cuenca. En su trabajo, en su día a día, en la vida que tienen como las personas encargadas de buscar los desechos que pueden servir para un nuevo uso.
El proyecto se centró en cinco componentes: salud, fortalecimiento institucional, políticas públicas, entornos urbanos y etnografía. Y precisamente, de este último componente, surgió la idea de crear una exposición que visibilice a las recicladoras.
“Esta actividad está muy invisibilizada. Cuando se habla de reciclaje, se piensa que separando los residuos desde las casas, en la funda azul y negra, ya es suficiente. Lo que no se conoce es que en realidad todo el reciclaje que se hace en Cuenca no terminaría en la industria si no fuera por las mujeres”, dijo Sebastián Egas, coordinador del componente etnográfico.
Motivados por la invisibilización y el mal concepto que se tiene sobre el acto de reciclar se compuso la muestra “Ellas en su vida: trayectorias invisibles”. Y la exposición es lo que ha generado sonrisas y adjetivos a Rosita. Porque, por primera vez, su labor, su cara, está expuesta.
Exposición dividida por temáticas
La muestra se emplaza en el ala derecha del Museo de Arte Moderno. En las salas del espacio museográfico se ubicaron distintos momentos de las recicladoras.
En primera instancia, la exposición inicia con una serie de fotografías impresas sobre tela. Los protagonistas de las fotos son las recicladoras y un ínfimo grupo de recicladores. La razón: en Cuenca, el 80% del total de recicladores son mujeres.
En una segunda sala se emplaza una de las propuestas más atractivas. En la pared se proyecta el día de una recicladora. Para eso, los investigadores colocaron una cámara que registró el trabajo que tienen que cumplir las recicladoras en Cuenca.
A través de los videos, el espectador es testigo de lo que tienen que hacer, de lo que deben pasar las recicladoras mientras hacen su trabajo.
Junto a la pared está la clásica carreta, la que se impulsa pedaleando. El vehículo está cargado con material reciclado, cuyo peso es de 110 kilos.
La carreta está allí para que el público se suba y la maneje. Para que sienta el peso que deben mover las recicladoras a diario por las calles de Cuenca.
Porque eso también es la esencia de la muestra. Que el público no solo vea, sino experimente. Sea parte de la labor de las recicladoras.
Una muestra de las dificultades que tienen las recicladoras
No solo Rosita está contenta con la exposición. María Saquipai, presidenta de la Asociación de Recicladores Solidarios de la Feria Libre, siente que por fin se muestra lo que hacen todos los días.
“Estamos viendo la realidad, nuestro trabajo como recicladoras. Cuáles son las dificultades que tenemos que pasar con el fin de recuperar el material reciclado. Ese es nuestro sustento. Muchas somos mujeres solas, cabezas de hogar”, dijo María.
Las dificultades a las que deben enfrentarse las recicladoras también está presente en la exposición, pero, sobre todo, lo que pueden hacer las familias para facilitar el reciclaje.
Desde hacer un buen uso de las fundas azules y negras hasta cómo separar los desechos se promueven en la exposición que estará activa hasta el próximo 18 de junio.
El público puede ser parte de la muestra de lunes a domingo, de 09:00 a 16:45. Mientras que, de 09:15 a 13:00, hay mediaciones. El ingreso es gratuito. (I)
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