Yesid Castillo es a la fecha el único representante del Azuay que ha logrado una presea internacional en voleibol sala. En 2014 fue parte del combinado nacional que por primera y única vez obtuvo la medalla de bronce en los Juegos Sudamericanos de Santiago de Chile.
“Recuerdo que no había esperanza de que el país alcance podio sudamericano por eso es tanta la satisfacción”, dice Yesid al tiempo de agradecer al profesor Leonardo Pieroni, a todo el cuerpo técnico y dirigentes por permitirle ser parte del plantel a pesar de tener fisurado un tobillo.
Yesid nació en Colombia. A los 12 años llegó al Ecuador junto con su familia. Practicaba fútbol. “Cuando tuve la oportunidad de encajar en un equipo en Colombia tomé muy malas decisiones. Pasé una etapa de adolescencia, esa la de burro, que me cogió muy fuerte”.
La mala vida, las drogas y el alcohol empezaron a seducirle. “Fue algo bien fuerte que por poco y no salgo de allí. Son pocas las personas que conocen esa parte de Yesid Castillo, pero creo que el pasado está en el fondo del mar. Quizás el hombre pueda juzgar, pero Dios obra y hace comienzos nuevos en el ser humano”.
El voleibol toca las puertas de Yesid
Yesid está convencido que su vida se habría arruinado si no aparecía el voleibol, deporte que empezó a practicarlo desde los 15 años sin tener noción de lo que se trataba.
“Estaba transitando por las calles y alguien se me aparece en el camino. La forma en la que me observó fue sospechosa, no me gustó y empecé a acelerar los pasos hacia mi casa”.
El individuo jamás le perdió rastro hasta que se acercó a conversar con su madre. “Yo escuché que estaban buscando jugadores para la selección nacional de baloncesto. Cuando voy a entrenar me presentan una red y un balón de vóley”.
Su adaptación al entrenamiento fue rápida. Yesid está seguro que le ayudó bastante la motricidad que adquirió en el fútbol.
Pasaba el tiempo y le fue tomando más gusto al deporte. En 2008 llegó al Azuay y fue parte del equipo varonil que por primera vez en la historia obtuvo la medalla de oro en los XI Juegos Nacionales, en Macas. “¡Wow!, fue algo gratificante”, señala Yesid.
La misma satisfacción la tuvo cuando concentró en Brasil con La Tri. “Adquirí mucho conocimiento, el vóley me atrajo más, no me importaba las horas que entrenábamos, lo que quería era surgir y ser un buen jugador del vóley”.
Sin dar nombres, a dirigentes de la época los señala como responsables de que no haya podido jugar en un club de Brasil o en la Liga Argentina. “Quizá hubo gente que se enfocó más en lo que ellos querían y no en lo que el jugador quería”.
El tren no pasa una sola vez en la vida
Yesid es de los que piensan que el tren de la oportunidad no pasa una sola vez, pero hay que estar preparado para cuando lo haga de nuevo. “Dios es un Dios de oportunidades y donde quiera bajo su misericordia está siempre para ayudar al que dispone su corazón”.
En la actualidad trabaja en la Unidad Educativa Rafael Borja. Juan Molina, coordinador de deportes, le abrió las puertas como entrenador de voleibol.
Yesid sonríe cada que recuerda que hace casi 9 años, “mientras jugaba voleibol alguien me regaló un conjunto del Colegio Borja. Ya que nunca pude ingresar a esa institución, andaba de aquí para allá con ese uniforme. Creo que Dios prepara las cosas”.
Molina también le está apoyando para que a partir del segundo semestre de 2024 empiece a estudiar Entrenamiento Deportivo en el Instituto Tecnológico Universitario del Azuay.
“Ha sido una de las exigencias que le he planteado de manera personal. Es importante que se profesionalice, que tenga su título, que los conocimientos que adquiera potencialicen toda su experiencia y de como resultado un excelente profesional en el área del voleibol”.
Yesid recalca que “mientras hay vida, hay esperanza. Mi familia, mi esposa, mis hijos y mi creencia en Dios me han ayudado mucho. Con imperfecciones y todo creo que el camino que opté ahora es el mejor”.
A la par de entrenar a las selecciones de voleibol del Colegio Borja, da clases personalizadas y contribuye al desarrollo del deporte en Speed Plays.
Despedida del voleibol en el Azuay
En 2015 Yesid Castillo cerró su capítulo con el voleibol azuayo. Entre sus logros más importantes: oro en Juegos Nacionales, Juegos Interandinos y Festival Olímpico (2008); plata en Juegos Nacionales (2011); y bronce en Juegos ODESUR (2014)