A un año de gestiones en los gobiernos seccionales corresponde hacer una breve revisión de aquello que pudo marcar una huella en la gestión y en su comunicación.
En términos generales, es destacable que las autoridades tanto del cantón como de la provincia han trabajado en conjunto, demostrando un acuerdo político por el bien de la ciudad y la provincia, sin buscar protagonismos individuales. Es memorable la imagen del alcalde, el prefecto y el gobernador en el ECU 911, coordinando actividades durante la fuerte crisis de violencia e inseguridad que vivimos en enero pasado. El mensaje de unidad fue importante para dar tranquilidad en medio de ese difícil momento que vivió el país.
El año pasado, un acuerdo entre el Municipio, la Prefectura y el Gobierno permitió que el mantenimiento vial y la atención de emergencias fueran organizados por los gobiernos locales, dejando claro que la gestión exclusiva del Ministerio de Obras Públicas era insuficiente e insostenible. Hoy en día, este trabajo conjunto ha permitido, a pesar de las lluvias intensas y las nuevas interrupciones en las carreteras, aliviar en parte las grandes necesidades locales. Queda pendiente seguir buscando apoyos para conseguir la añorada descentralización en la gestión vial.
La Prefectura habla de resultados positivos en el mantenimiento de 150 kilómetros de vías y el Municipio de más de 60 promesas cumplidas. Más allá de los números presentados en los respectivos informes, la población evalúa positivamente que, a un año de gestión, la administración local y provincial siga centrada en resolver las principales urgencias de la ciudadanía.
Sin embargo, es crucial abordar nuevas preocupaciones como la producción, el empleo, la conectividad, además de la seguridad. Desde la agenda local, es importante mantener la articulación de todas las voces, especialmente en este año electoral, y seguir destacando que el Azuay es para vivirlo con orgullo y que Cuenca se transforma con amor profundo. (O)
@avilanieto
