¡La razón no ha triunfado nunca! No tiene necesidad de triunfar. ¿Para qué si tiene la razón? Tampoco sabían lo que querían; pues estos están en los niveles de las estaturas sociales «La violencia” que no se mira, ni se oye, estas están arrojadas al fondo de la normalidad en su privada vida. Ellos han tenido, para su camiseta, un delirio de rey destronado. O, mejor dicho, de rey de incógnita, por su “dios dinero” en este mundo de “violencia” ¡Que grandes son los hombres que acompañan a otro hombre a hacerle el loco! Si no lo creen y tienen dudas ¡Pregúntenselos a los herederos de Cristóbal Colon, las vísperas de su viaje a esta! No encontró un solo sujeto estimable que lo acompañara. Solamente los carcelarios. ¡los buenos, los honrados, los menos violentos, por poco santos! Testigos adultos… que son características de la estructura de nuestra sociedad que ponen en polos opuestos a sectores de la población.
Hoy en día, es la violencia la falta de trabajo para amplios sectores de la población, la falta de educación, de vivienda, de salud, para la mayoría de nuestros jóvenes. La violencia, demonio destructor del bienestar social, de la paz, de la justicia, de la igualdad entre los hombres. La violencia como si fuera algo distinto del Estado, de la educación, de la política. La violencia, como si ella estuviera al margen de nuestros instintos y paciones, de nuestras ansias de dominio de unos sobre otros, ya que tiene distintas caras, en distintos sectores de la sociedad, que acompañan en particular a grupos vulnerables en algunos casos durante toda su existencia. Violencia son las actitudes, conductas, expresiones, hechos, costumbres, que atentan nuestra integridad física, psicológica…lesionando nuestra integridad de seres humanos. (O)
