La Policía Nacional capturó a un hombre por su presunta implicación en el delito de pornografía infantil.
Hubo un allanamiento efectuado en la provincia de Orellana, este 16 de mayo de 2024.
En el operativo, las autoridades incautaron 132 archivos digitales que contenían material pornográfico.
Así como varios dispositivos de almacenamiento que presumiblemente eran utilizados para distribuir dicho contenido ilícito.
Además, se decomisaron teléfonos móviles que podrían haber sido empleados en la comisión de estos delitos.
Durante la inspección del lugar, las autoridades encontraron un objeto con características similares a un arma de fuego, así como cartuchos y prendas de vestir.
Estos hallazgos sugieren la posible implicación del individuo en actividades delictivas adicionales.
Investigan pornografía infantil
Este operativo fue llevado a cabo mediante colaboración entre la Policía Nacional, la Fiscalía de Ecuador y otras entidades encargadas de la protección de los derechos de los menores de edad.
Esta labor aporta a la seguridad y el bienestar de los niños, niñas y adolescentes en todo el país.
Y es que, la pornografía infantil ha emergido como una problemática en Ecuador, desafiando los esfuerzos de las entidades de seguridad.
Los avances en la tecnología y la conectividad han facilitado la difusión y el acceso a este tipo de contenido que afecta a menores de edad.
En Azuay caso de pornografía
Uno de los casos que marcó a la provincia del Azuay por el cometimiento de delitos sexuales contra menores de edad fue el denominado caso Mangajo, que implicó varios delitos especialmente contra colegialas.
Juan Andrés V., alias “Mangajo”, fue detenido en julio de 2018 y desde entonces ha permanecido en la cárcel. Ha acumulado sentencias por violación a mujeres adolescentes y también por el delito de pornografía infantil.
Durante un allanamiento a su vivienda, ejecutado el 26 de julio de 2018, se incautaron computadoras y otros dispositivos electrónicos, a los cuales se practicaron varias pericias y se evidenció que entre julio de 2015 y mayo de 2018, el acusado almacenó 712 videos y más de 2.550 fotografías de niños y niñas, con contenido de carácter sexual. (I)
