Disfrutar del show

Estefani Chalco Salgado

Según el Diccionario de la Real Academia Española; show es un espectáculo de variedades. Espectáculo: función pública celebrada en un teatro, que se ofrece a la vista o a la contemplación intelectual y atrae la atención y mueve el ánimo infundiendo deleite, asombro, dolor u otros afectos más o menos vivos o nobles.

Si bien el espectáculo, requiere de elementos como escenografía, número de participantes, o alcance de público a una escala mayor, cada espectador puede brindar el calificativo de show a un acto, y yo, viví algunos shows esta semana.

Primero, una fiesta vaquera para celebrar a mamá y papá en la que niñas y niños entre 2 y 5 años (entre ellas mi hija), cantaron melodías con tiernas letras que exaltaron el valor de la maternidad y paternidad. Fue maravilloso ver su muestra de amor con nosotros. El segundo, se trató del recital de piano de mi hijo mayor, ver su avance hacia interpretar una variación del Himno a la Alegría del compositor Beethoven (parte de la 9na Sinfonía que está en festejo de los 200 años de su creación en este mes), me ha llenado de admiración a su esfuerzo y logros diarios.

Y el tercer show, fue el de “Juan Gabriel Sinfónico,” un espectáculo llevado a cabo por primera vez en nuestra ciudad gracias a la Asociación de Músicos y Servidores de la Orquesta Sinfónica (personal administrativo y artistas profesionales), quienes ofrecieron una puesta en escena de calidad internacional. Leonardo Escalante, el imitador de Juan Gabriel, pero definitivamente un cantante impresionante, permitió que el público, con su repertorio ampliado, llore, cante, ría, baile, y aprecie desde el fondo de su sensibilidad lo que es tener a más de 100 intérpretes en escenario entre Orquesta Sinfónica de Cuenca, Mariachi Sol de América, y el Coro Senior Cuenca. Vale recalcar que los arreglos orquestales fueron escritos exclusivamente para este concierto y se ha demostrado el talento que hay en nuestro medio.

Las emociones que se mueven desde un aula, el recital en un jardín, o el concierto en un gran teatro, son esos afectos vivos y nobles que traen amor en cada acción, valía en el trabajo de sus organizadores, y pasión en sus ejecutantes. Con niños y profesionales, tenemos arte por doquier y a nosotros corresponde ser su público más leal mientras disfrutamos del show. (O)