-Que ufanos y orgullosos estarían dos de los últimos ex contralores del Estado, cuando sus retratos pasaron a formar parte de la galería de ex contralores del Ecuador. Seguramente hasta se habrán realizado sendos actos para tal efecto, y con intervenciones elogiosas y rimbombantes. Se habrá comentado largamente sobre los múltiples méritos de los homenajeados y sobre lo justo del reconocimiento a tan preclaros ciudadanos. ¿Quién hubiera pensado, durante la realización de tales eventos, que pocos años más tarde, los otrora “adalides” de la justicia y de las cuentas claras, iban a reposar con sus huesos en cárceles de Quito y Miami?, ¿y que sus retratos serían lapidados como muestra de vergüenza institucional?. La plata malhabida no es buena compañera.
-Qué pena con aquel sector de la dirigencia correista que, a raíz del incidente en la embajada de México, no tardó en hacerle coro a todas las bravatas y dislates del presidente López. Y no solo ello, sino que en su desesperación por el fallido plan de la impunidad para Glas, tuvieron la osadía de hablar, como si tal la cosa, hasta de una respuesta bélica de México, y más aún, de poner el grito en el cielo ante los organismos internacionales para que el Ecuador, la madre patria de estos cavernícolas, sea “sancionado”. Qué pena entonces, que sus “patrióticos” afanes no hayan sido coronados por el peso de una “sanción” internacional a nuestro pais. Otra vez será.
-Y “el ruso” se quedó con los churos hechos, enjabonado y hasta con corbata. Su “programado” show, cuya “productora” era la asambleísta Aguirre y mismo que estaba destinado, perversamente, a embarrar y viciar la actuación de la Fiscal Diana Salazar en el caso “Metástasis”, fracasó olímpicamente. Para empezar, y por obvia falla de “producción” y su equipo, no se le escuchaba al “ruso” y, enseguida, el justificado abandono de la sesión por parte de la Fiscal, dejaron al ex asambleísta prófugo, con las “pollas” listas y la bata alzada. La “productora” del evento no ha sido sancionada por la Asamblea, ni faltaba más, y ha ofrecido más bien nuevas “presentaciones” para la época electoral. Respecto al “ruso”: ¡otra vez será! (O)