Esterilización a necios y pobres

Edgar Pesántez Torres

La sociedad es cada vez más caótica, incierta y enferma. No es alivio que la esperanza de vida media sea de 70 – 73 años, si todo el tiempo los conflictos llevan al pesimismo, la angustia y la enajenación mental, convenciéndonos como los internados en hospitales psiquiátricos de que todo el mundo está loco menos ellos. De ahí que, a contrapelo, el conocimiento del hombre es aún tan incompleto que todavía no se puede descifrar si realmente lo que dijo Leonardo da Vinci tiene vigencia: “Verdaderamente el hombre es el rey de las bestias, pues su brutalidad sobrepasa la de aquellas”.

Gina Rinehart, multimillonaria australiana, también inversionista en el país con la Titan Minerals Ltd., llegó a decir que: “Evitando que los pobres procreen, podemos crear una nueva clase de australianos inteligentes, trabajadores y bien pagados que forjarán nuestro fututo económico”. Ella piensa que toda pareja que gane menos 10.000 dólares debe someterse a una vasectomía o ligadura de trompa. Como si esto fuera de poca monta, cree que las desigualdades económicas son productos de las diferencias de inteligencia; infiriendo que, quienes poseen un Coeficiente Intelectual -CI- normal-bajo o fronterizo deberían ser esterilizados, ni se diga los idiotas e imbéciles.

De conformidad con su corriente, ella debió tener 10 hijos en el primer matrimonio, 10 en el segundo y como quedó viuda de su segundo esposo a los 36 años, pudo tener 10 más; al parecer, nadie se arriesgó a ser su tercera pareja, menos para procrear, así que la señora se quedó con cuatro vástagos, dos de cada marido. Si se aceptara su filosofía de marras sobre el CI, quedaría la posibilidad de que muchos de nuestros asambleístas y políticos sean esterilizados, igual que los compatriotas que perciben menos de 10.000 dólares anuales, es decir el 90%.

Las leyes de esterilización se iniciaron en 1907 en Indiana y se extendió rápidamente a los países del primer mundo como los EEUU, en donde es histórico la sentencia de Oliver Wendell Holmes en 1927: “Es mejor para todo el mundo que, si en lugar a esperar ejecutar por sus delitos a los vástagos degenerados, o a dejarlos morirse de hambre por su imbecilidad, la sociedad impida a aquellos que son manifiestamente no aptos que continúen con su especie…” Con este razonamiento, los integrantes de la delincuencia común y organizada y sus intelectuales de aquí y de allá quedarían amándose conforme a la ideología de género, sin reproducirse. (O)