Autoridades de Estados Unidos (EE.UU.) investigan un tiroteo en el que murió Lillian Poalacín Pérez, migrante de Tungurahua, Ecuador, de 35 años. Su hijo, de dos años, resultó herido.
Ocurrió en Minneapolis, en Cedar Avenue South, justo al norte de East Lake Street, el 19 de mayo cuando la ecuatoriana se movilizaba en un vehículo con su pequeño.
La policía investiga las causas del tiroteo como un homicidio y busca determinar si la madre e hijo eran el objetivo o son víctimas colaterales de un enfrentamiento.
A pesar de resultar gravemente herida, Poalacín condujo el auto y llevó a su hijo hasta el Children’s Minnesota, que es un hospital pediátrico de EE.UU., donde quedó internado.
De allí ella fue trasladada al Centro Médico del Condado de Hennepin donde murió tres días después debido a la gravedad de las heridas. Iba a ser operada, pero fue declarada muerta.
El último domingo, una semana después del hecho, familiares, amigos y miembros de la comunidad migrante ecuatoriana hicieron una vigilia en el callejón donde fue el tiroteo. Piden justicia.
Igualmente han organizado una cruzada solidaria, que incluye venta de comida con el fin de recaudar fondos para el tratamiento médico del niño y para repatriar el cadáver de la madre. (I)