Castillos, pirotecnia y artesanía forman parte del Corpus Christi en Cuenca

Los fuegos artificiales son parte fundamental en las festividades religiosas y culturales y el Septenario, que arranca hoy en Cuenca, no es la excepción.

Juan Carlos Baculima en su local ‘Piro Artesanía Divino Niño’, ubicado en la Don Bosco.
Juan Carlos Baculima en su local ‘Piro Artesanía Divino Niño’, ubicado en la Don Bosco. XCA

El apellido Baculima es sinónimo de arte en la pirotecnia. Juan Carlos Baculima y su esposa María Baculima son la cuarta generación que mantiene vivo el oficio de elaborar castillos, vacas locas, toros o cualquier figura que se necesite de acuerdo con la fiesta.

Con pasión y maestría han dedicado su vida a iluminar el cielo con destellos de arte y color con espectáculos que maravillan y emocionan a multitudes.

Festividades

Y es que, los fuegos artificiales son una pieza fundamental en las festividades religiosas y culturales y la celebración del Corpus Christi, que arranca este 30 de mayo de 2024 en Cuenca, no es la excepción.

Con un taller, que más que un lugar de trabajo es un santuario de creatividad, los Baculima dan forma a obras de arte efímero. Cada creación es el fruto de un cuidadoso proceso artesanal y un profundo conocimiento de la química, que está detrás de estos fuegos de artificio.

Con materiales como carrizo, hilo, papel, pintura y cera de abeja, los Baculima elaboran castillos que pueden ser de uno a seis pisos. Cada uno lleva elementos como rosetas, abanicos y ruedas que giran para crear efectos visuales.

«Los remates en la punta del castillo se personalizan según el evento. Para Corpus Christi, se coloca un cáliz; para fiestas religiosas, se instala una estrella y la imagen de la Virgen o el Santo de la festividad; asimismo, puede ir el escudo de Cuenca para las fiestas de la ciudad», detalla Juan Carlos.

Innovaciones

Junto a su esposa María, también conocedora de este trabajo desde su niñez, han innovado en el arte de los castillos creando figuras en miniatura, que además se han enviado a países como Italia, España y Estados Unidos.

Dentro de las innovaciones han hecho también animales como toros, pavos, perros en tamaños grande, mediano y pequeño. El proceso de elaboración puede tomar de una a dos semanas, dependiendo de la complejidad.

«Manejamos la pólvora con extremo cuidado. Tenemos el permiso que es otorgado por las Fuerzas Armadas. Conocemos cada mezcla química para las luces de colores, porque dentro de los fuegos artificiales hay ‘polvos metálicos’ que dotan de color y dan ese espectáculo cuando estalla en el aire”, menciona María.

María Baculima junto al personaje indio Lorenzo, representante del compadre de la fiesta. XCA

Ella es la encargada de dar color a las figuras. “Me encanta mi trabajo, llevo esto en la sangre, me gusta preparar los químicos, las fórmulas, las composiciones, todo tiene su medida y se numera cada piso de los castillos para el momento de prender el fuego”, explica.

De generación en generación

La primera generación que se dedicó a este oficio fue la de Manuel Baculima, le siguió la de Manuel Santos Baculima, Jorge Baculima, padre de María y actualmente ella y su esposo siguen la tradición.

Entre los personajes que elaboran están además el Indio Lorenzo y la Mamá Juana, que son los representantes de los compadres de la fiesta.

En su lugar de comercialización, ubicado en la Avenida Don Bosco reciben los pedidos y hacen las entregas, pero el taller está ubicado en Déleg.

«Cada espectáculo es único, el cierre de los castillos tiene que ser con broche de oro por eso el final se colocan más luces», afirma.

Jaime Baculima, vecino del sector de la Don Bosco e integrante de la estirpe Baculima, recuerda que creció viendo cómo trabajaban sus padres. Lleva 40 años en el oficio. “Mis padres ya fallecieron, pero como hermanos, mantenemos esta labor”, asegura.

Jaime Baculima, integrante de la estirpe, mantiene vivió el oficio que heredó de sus padres y abuelos. XCA

Trabajar con estos materiales conlleva un peligro latente, pero eso mismo lleva a los artesanos a ser más precavidos.

Las figuras con pirotecnia se hacen para distintos tipos de eventos, ya sea fiestas en quintas, en el campo o en la ciudad, tanto en interiores como en exteriores, bodas, primeras comuniones, entre otras.

Los costos pueden variar de acuerdo con el tamaño y la complejidad de las piezas. Los precios oscilan entre 90 dólares y 250 dólares por un piso de cada castillo. (PNH)-(I)

DATOS

  • El gremio de pirotécnicos es prioste del Corpus Christi este 2024, por lo que ofrecerán un espectáculo especial el día domingo 2 de junio.
  • Con materiales como carrizo, hilo, papel, pintura y cera de abeja, los Baculima elaboran castillos que pueden ser de uno a seis pisos.

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