Entre los planes del alcalde Cristian Zamora está construir una terminal terrestre al sur de Cuenca, donde actualmente funciona un mercado itinerante, un laboratorio de suelos y la mecánica municipal.
La actual terminal, construida hace 49 años, ha sido rebasada por la expansión urbana y por la cantidad de empresas de transporte de pasajeros.
Dentro de su área influencia ha dado lugar al aparecimiento de problemas ligados con la delincuencia, el microtráfico, la prostitución clandestina, funcional en pseudas hostales, negocios informales, caos vehicular, entre otros.
Los diversos candidatos a la alcaldía ofrecieron construir una nueva terminal; otros, con mejor asesoramiento, no una sino dos: al norte y al sur de la ciudad.
Zamora opta por construir una al sur. Aquí confluiría el transporte proveniente de El Oro, Loja, y de los cantones y parroquias del Azuay ubicadas en aquel mismo punto cardinal.
Desde hacía varios años están listos los estudios de prefactibilidad y factibilidad, si bien aún no se define el presupuesto.
Vecinos del lugar han expresado su descontento. Hay desavenencias con el alcalde. Según arguyen, los problemas sociales existentes en la actual terminal se trasladarán a la nueva.
Una obra como esa acarrea el surgimiento de hostales, de negocios, de paradas de taxis y camionetas, posiblemente de buses, de parqueaderos.
Es necesario informar si se actualizaron los estudios; pues la dinámica urbana en el sector es diferente, ni se diga el atolladero vehicular, en especial en la Panamericana Sur y en la vía Cuenca-Azogues. Son puntos en los cuales confluye el “embudo” de automotores proveniente del sur.
¿Y si algún día se construye el “acceso sur”?
Es deber de la municipalidad informar sobre todas esas inquietudes. Vale el debate ciudadano, la visión de la academia, de los urbanistas, comenzando por ver si el lugar es el adecuado para la nueva terminal. No es pedir mucho.
