A propósito de la propaganda en redes sobre la escuela de “formación política” que promueve la RC5, que busca reclutar a jóvenes incautos para entregarles la posta de la corrupción, quien desee conseguir un cupo, debe cumplir con dos requisitos -poseer una sonrisa cínica y ser mitómano- antes de sustentar un examen que medirá sus atributos, virtudes y compromiso con la patria.
En la primera pregunta tendrá que dar el nombre de uno de los tetones que flotaban en una famosa piscina, específicamente, un expandillero.
La segunda, consistirá en valorar a Mayra Salazar, Mónica Palacios, la señora del pañuelo y otras mashilovers comprometidas con la pseudo revolución del prófugo. Si usted contesta que las vidas de estas mujeres no tienen por qué importarle a nadie, la aprobará satisfactoriamente.
Ahora, se viene la tercera: ¿Qué diría si a un funcionario de la RC5 se le comprueba que es corrupto? Si responde que ninguno de ellos es corrupto y quien diga lo contrario está bajo un influjo psíquico, pasará la prueba de lealtad incondicional al movimiento del fugitivo.
La cuarta pregunta plantea un desafío monumental: ¿Qué respondería si alguien le dice que el Mashi al que venera es un prófugo, narcodelincuente, cleptómano y mitómano? Si contesta que él está en Bélgica porque es la patria de su esposa y que no viene a dar la cara porque no quiere y punto, porque tiene cosas más importantes que hacer como dar conferencias en países socialistas, ha pasado la prueba de respuestas sin lógica.
En la quinta pregunta le pedirán su opinión sobre Míster Glas. Si dice que el exvicepresidente es lo mejor que le ha podido pasar al país por cómo manejó los sectores estratégicos y porque ve lo que nadie puede ver: una refinería en un terreno desierto, aprobará la prueba de la ceguera por conveniencia.
En el sexto punto tendrá que opinar sobre Diana Salazar. Si considera que no debería meterse en vidas ajenas, especialmente con las vidas de los de la RC5 porque no hay pruebas y que lo que hace la fiscal es persecución política, obtendrá la nota máxima que se da a los descarados.
Llegamos a la última pregunta: ¿Usted obedece, sin reflexionar, en si lo que le mandan a hacer es bueno o malo? Si responde que obedece a todo sin chistar y que lo de pensar se lo deja a los filósofos, se le dará la bienvenida a la escuela de la RC5 donde la consigna es ser obsecuente a un tirano, y donde tener criterio propio, es un delito.
Quien nació con alma de borrego, que no tarde en matricularse… (O)