Más penas

Luis Ochoa Maldonado

La asamblea aumenta las penas a delincuentes, que han puesto en vilo a la sociedad, sin

libertad de circular calles, plazas de ciudades y de vías públicas en carreteras… y ahora

en peajes. Tal vez por excepción en Chongón, un amigo fue timado para que diera

directamente dinero a un agente de la CTE, que amenaza detener al vehículo. A lo

mejor es uno el que abusa. Pero nos lleva a reflexión que mientras más penas se

incrementen, más hacen su agosto los operadores malos de instituciones públicas. Que

no pueden ser juez y parte según me decía, que con un dispositivo le midió la ranura de

las llantas encontrando a su parecer que una estaba bajo los niveles correspondientes.

¿Cómo rebatir semejante afirmación junto al hambre por la coima?

Es un ejemplo triste que pasamos los ecuatorianos, que vamos perdiendo fe en

operadores institucionales, o sino veremos con el tiempo que pasaría con las penas

aumentadas por ley, de parte de jueces como del Guayas involucrados en el caso purga.

Hasta ahí las buenas intenciones de los legisladores. No es falta de ley la que padecemos

es nada de responsabilidad ética institucional. Para dar muestras de cambios, pasen por

el detector de mentiras, para ver si algo se consigue, aunque sea del lobo un pelo. Y el

Sr. director de la CTE, iniciar un proceso de limpieza institucional, a lo mejor

depurando los controles con personas idóneas, que todos apoyamos, lo que no podemos

estar de acuerdo es que los personeros que cobran sueldo del estado se conviertan en

cosechadores de propinas forzadas de manera sistemática.

El país no puede tristemente observar que estas irregularidades se mantengan, gobierno

tras gobierno, sin soluciones. La calentura esta dentro, las leyes son burladas a placer,

los perjudicados lo único que pueden hacer es confinarse en sus ciudades, para evitar ser

asaltado si se permite visitar a la bella costa ecuatoriana. Algo habrá que hacer. Mientras

tanto a cuidarnos de los extorsionadores en general, que están algunos incrustados en las

instituciones que deben proteger al ciudadano. Lo que se publicita en el cuidado de la

sanidad institucional, es puro cuento. Por los resultados observados. (O)