Las remesas que envían los migrantes y que llegan a Cuenca tienen un impacto directo en la subida de la Canasta Familiar Básica (CFB), que en esta ciudad es de 832 dólares, la más cara del Ecuador.
Por ejemplo, en 2023 Cuenca receptó 918 millones de dólares. Es la segunda ciudad del país que más recibe estos recursos. Primero está Guayaquil, con 1.329 millones; tercero Quito, con 827 y cuarto Ambato, con 201.
Le sigue Riobamba con 126 millones; Azogues 101; Loja 88; Santo Domingo 80; Gualaceo 78; Cañar 77; Machala 74; Manta 65; La Troncal 63; Portoviejo 55; Otavalo 45; Milagro 42; Alausí 42; Biblián 41 y Latacunga 38.
Azuay: segunda provincia con más remesas, que influyen en la canasta básica
Luis Tobar, economista y catedrático de la Universidad Politécnica Salesiana (UPS), explicó que en 2023 Azuay fue la segunda provincia que más remesas recibió: 1.180 millones. Guayas fue la primera: 1.568.
A Cuenca en 2023 le llegó un estimado de 1.540 dólares por persona, tomando en cuenta el censo de 2022, que concluyó que esta ciudad tiene una población de 596.101 habitantes.
Tobar detalló además que en 2023 Azuay y Cañar fueron las provincias que más remesas recibieron per cápita (por persona): 1.471 dólares. Luego está Morona Santiago, con 454.
«El Austro es el que recibe más remesas per cápita, es decir por persona… Estos recursos llegan al país, especialmente, desde los Estados Unidos (EE.UU.)…» expresó.
Destino de las remesas que llegan a Cuenca y que influyen en la canasta básica
Los recursos son destinados a salud, alimentación, educación y a la compra de terrenos y viviendas, además de otras inversiones. También van al ahorro para inversión a mediano y corto plazo.
«Este gran flujo de dinero, que es bastante para la economía local, influye para que la canasta básica de Cuenca sea la más cara en mayo de este año, y esto es una constante…», señaló Tobar.
Educación, salud y negocios: es el destino de las remesas
A decir de Juan Pablo Miranda, economista y asesor en inversiones, en Azuay, en promedio, un 4 % de las remesas se destina para la compra de propiedades. Un 2 % va a educación, un 8 % a ahorro y un 6 % a negocios.
De igual forma un 50 % de este dinero, que mandan los migrantes, va para financiar gastos que son considerados como de primera necesidad de las familias: salud, alimentación y vivienda.
Se usan para pagar arriendos, electricidad, agua, teléfono, transporte, ropa y medicinas. De igual forma un 13 % va para lujos y un 17 % para inversiones.
«El gran flujo de remesas tiene un impacto directo en el incremento del precio de los productos y servicios en esta ciudad, que son los que influyen en el precio final de la canasta básica…»
Para Miranda, tanto el Gobierno Nacional como los gobiernos locales deben tener políticas para aprovechar estos recursos para que sirvan para reactivar la economía local e incentivar la inversión…», enfatizó.
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