Candidaturas y calendario electoral

Mónica Banegas Cedillo X: @monicabanegasc

Las organizaciones políticas lanzaron sus primeras opciones para las elecciones presidenciales del 2025, lo que no es novedad es que los nombres lanzados dividen la tendencia, una vez más la fragmentación será el ingrediente que no faltará en las elecciones presidenciales.

Mientras el Consejo Nacional ya hizo público el calendario electoral.  Será el domingo 9 de febrero de 2025 la votación de primera vuelta, mientras el domingo 13 de abril la de segunda, si corresponde. Del dos al once de agosto se cierra el registro electoral y del tres al doce de agosto de 2023, las organizaciones políticas deben cumplir con la elección de candidaturas dentro de sus procesos de democracia interna, como establece el Código de la Democracia, por último, las inscripciones de candidaturas se harán del trece de septiembre al dos de octubre.

La campaña electoral inicia el cinco de enero hasta el seis de febrero de 2025, fechas claras establecidas por el árbitro electoral para que los ecuatorianos puedan elegir en forma informada y transparente al presidente, vicepresidente, a los 137 asambleístas y cinco parlamentarios andinos con sus respectivos suplentes, que gobernarán de mayo 2025 a mayo 2029.  Es importante resaltar que el Ecuador cuenta con una norma electoral pionera en la región, que establece procesos de democracia interna, sin embargo, varios pedidos desde las organizaciones de sociedad civil durante y después de cada elección, no han sido considerados por el legislativo.

Entre ellas, que quienes pretenden ser candidatos cuenten con un mínimo de militancia en las organizaciones políticas que les patrocina. con la intención de tener cierta afinidad con la organización, de tal manera que una vez que lleguen a ocupar una curul, se evite el transfuguismo político. Como se ve, con las primeras opciones a Carondelet, la Asamblea Nacional corre el riesgo de sobreponer la representatividad sobre la gobernabilidad, eso explica lo difícil que ha sido para los ejecutivos de turno contar con una mayoría absoluta en el legislativo. (O)