Noboa comenta que Petro es «snob», Bukele «arrogante» y que Milei está «lleno de sí mismo»

IESS, investigar; no tapar Los eufemismos creados para, por ejemplo, desviar la atención ante una acción inaceptable, son contrarios a la transparencia, a la buena fe, mucho más cuando se trata de la salud humana. Días atrás se denunció el caso de una niña internada en el hospital del IESS “José Carrasco Arteaga”, en Cuenca. Debido a una epífisis debían operarla la tibia de la pierna izquierda; pero hicieron en la de la derecha. ¿Fallaron los protocolos establecidos para esta y cualquier otra intervención quirúrgica? ¿No hay, cuando menos, diálogo previo entre el personal médico (enfermeras, anestesiólogos, cirujanos), o cada uno actúa por su cuenta, sin tomar los recaudos necesarios, incluso para disponer el equipo a usar el galeno en el lado contrario de la extremidad a ser operada? En casos como el citado se habla de negligencia médica, un concepto jamás aceptado por los responsables directos, cuya “salida” ante el apremio es endosar la culpa a las enfermeras u otro personal auxiliar. Determinar si hubo tal negligencia es todo un proceso interno, muchas veces ventilado en la justicia. Quienes lideran la investigación son, por lo general, colegas de profesión. A este nivel todo suele pasar. Una intervención quirúrgica está supeditada a cualquier eventualidad, incluso en el post operatorio; pero, en el caso de la niña, operarla la pierna equivocada resulta un despropósito por decir lo menos. Ahora hablan de “evento adverso”, un eufemismo grosero creado para desviar la atención, la crítica colectiva, el dolor de los padres y la exigencia de una investigación imparcial. Y peor todavía, en el colmo de la ridiculez, pretender echar la culpa a la falta de insumos; y más grave aún, organizar un plantón para denunciar estas carencias, como si fueran recientes, y por las cuales siempre guardaron silencio. Lo uno no tapa lo otro. Hacerlo, como lo están haciendo, revela bajeza moral, irrespeto e insolidaridad hacia la niña y su familia.
IESS, investigar; no tapar Los eufemismos creados para, por ejemplo, desviar la atención ante una acción inaceptable, son contrarios a la transparencia, a la buena fe, mucho más cuando se trata de la salud humana. Días atrás se denunció el caso de una niña internada en el hospital del IESS “José Carrasco Arteaga”, en Cuenca. Debido a una epífisis debían operarla la tibia de la pierna izquierda; pero hicieron en la de la derecha. ¿Fallaron los protocolos establecidos para esta y cualquier otra intervención quirúrgica? ¿No hay, cuando menos, diálogo previo entre el personal médico (enfermeras, anestesiólogos, cirujanos), o cada uno actúa por su cuenta, sin tomar los recaudos necesarios, incluso para disponer el equipo a usar el galeno en el lado contrario de la extremidad a ser operada? En casos como el citado se habla de negligencia médica, un concepto jamás aceptado por los responsables directos, cuya “salida” ante el apremio es endosar la culpa a las enfermeras u otro personal auxiliar. Determinar si hubo tal negligencia es todo un proceso interno, muchas veces ventilado en la justicia. Quienes lideran la investigación son, por lo general, colegas de profesión. A este nivel todo suele pasar. Una intervención quirúrgica está supeditada a cualquier eventualidad, incluso en el post operatorio; pero, en el caso de la niña, operarla la pierna equivocada resulta un despropósito por decir lo menos. Ahora hablan de “evento adverso”, un eufemismo grosero creado para desviar la atención, la crítica colectiva, el dolor de los padres y la exigencia de una investigación imparcial. Y peor todavía, en el colmo de la ridiculez, pretender echar la culpa a la falta de insumos; y más grave aún, organizar un plantón para denunciar estas carencias, como si fueran recientes, y por las cuales siempre guardaron silencio. Lo uno no tapa lo otro. Hacerlo, como lo están haciendo, revela bajeza moral, irrespeto e insolidaridad hacia la niña y su familia.

El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, considera que el mandatario de Latinoamérica con el que se siente más alineado es con el brasileño Luiz Inácio Lula Da Silva. Mientras que ve al colombiano Gustavo Petro como «un snob izquierdista», al salvadoreño Nayib Bukele como «arrogante» y al argentino Javier Milei «lleno de sí mismo», según un reportaje publicado este lunes 18 de junio de 2024 por la revista estadounidense The New Yorker.

El reporte, elaborado durante una serie de diversos encuentros con Noboa entre marzo y abril, realizó un perfil del presidente más joven de Latinoamérica, la percepción que tiene de sí mismo en la «guerra» que le ha declarado a las bandas del crimen organizado y la impresión que maneja de sus homólogos en la región.

Al ser preguntado por el presidente actual de Latinoamérica con el que se siente más identificado, Noboa nombró a Lula y recordó que lo conoció hace quince años durante una reunión de hombres de negocios en México organizada por el magnate Carlos Slim.

Sobre Petro, el gobernante ecuatoriano describió al presidente colombiano como «un snob izquierdista», si bien reconoció que «es inteligente, pero no está consiguiendo hacer nada».

Noboa sobre Milei

Respecto a Milei, Noboa también consideró que hasta el momento no ha demostrado ningún mérito como presidente.

«No sé por qué él piensa que es tan genial. No ha logrado nada desde que asumió la presidencia. Parece lleno de sí mismo, lo que es muy argentino, por cierto», dijo Noboa sobre el jefe de Estado de Argentina según las declaraciones citadas por The New Yorker.

Al mencionarle a Bukele, con el que se le ha comparado recurrentemente por su política frontal contra las bandas criminales y la militarización de las cárceles, Noboa aseguró, de acuerdo a las palabras citadas por la revista, que «el tipo es arrogante y solo busca controlar el poder para sí mismo y hacer rica a su familia».

Noboa, que asistió a las investiduras presidenciales tanto de Milei como de Bukele, ha tratado siempre de desmarcarse de las comparaciones con el presidente salvadoreño al argumentar que su plan de Gobierno tiene más ejes que únicamente la seguridad y la lucha contra las mafias del crimen organizado.

Al recordarle que Bukele se describió por una temporada en las redes sociales como «el dictador más ‘cool’ del mundo mundial«, el jefe de Estado de Ecuador apuntó que «sí, pero de un país del tamaño de Guayas (provincia costera de Ecuador cuya capital es Guayaquil)».

Acerca del presidente chileno Gabriel Boric, Noboa consideró que «parece todo correcto (con él)» pero según The New Yorker lamentó que esté encorsetado por sus socios de extrema izquierda. «Es un problema que yo no tengo«, apuntó el mandatario ecuatoriano.

Ecuador será en noviembre la sede de la Cumbre Iberoamericana, el espacio de encuentro entre los jefes de Estado y de Gobierno de esta región, a los que el país anfitrión debe invitar a viajar a sureña ciudad andina de Cuenca.

La política de exterior de la administración de Noboa se ha visto fuertemente marcada por el asalto realizado en abril a la Embajada de México en Quito para detener al Jorge Glas, quien fue vicepresidente de Rafael Correa (2007-2017) y sobre el que había una orden de detención emitida por un juez, un espisodio por el que México rompió relaciones con Ecuador. EFE