¿A dónde irá el dinero?

Eliminado el subsidio a las gasolinas Extra y Ecopaís no pocos y con justa razón se preguntarán, y ahora ¿a dónde irá el dinero?

El Gobierno se ahorrará cuando menos 600 millones de dólares al año. Una decisión, según analistas, necesaria y justa. El subsidio, dicen, no beneficia a los más pobres. Al contrario, a quienes más ingresos tienen, y para actividades ilícitas como el contrabando y el procesamiento de drogas.

También necesaria por cuanto contribuirá a la reducción de la huella de carbono y, por consiguiente, a enfrentar el cambio climático.

Se ha consensuado con el sector del transporte, entregándole compensaciones mensuales a fin de evitar el incremento del costo de vida. No pagarles a tiempo será un craso error.

Ojalá la “viveza criolla” y la especulación, como ha sido costumbre, no aprovechen la situación para encarecer el valor de los productos, en especial de los alimenticios, incluso de los servicios de salud, entre otros.

Asimismo, ojalá el Gobierno cumpla con la decisión de invertir parte de los recursos a recuperar con la eliminación del subsidio, ampliando el número de hogares beneficiarios del Bono de Desarrollo Humano.

La pobreza, la extrema pobreza siguen vigentes en el país, aunque también sería oportuno diseñar iniciativas encaminadas a volver productivas a esas familias, caso contrario, en el fondo implica seguir manteniendo las inequidades sociales con otros propósitos, como el electoral.

Los ecuatorianos tienen derecho a saber el destino del dinero, en este caso de eliminar la subvención a las gasolinas, como también exigirle al Gobierno a restringir el gasto público.

En parte destinarlos, a lo mejor, a pagar los servicios de deuda externa, y, de paso, seguir endeudando al país, mientras no hay obra pública, faltan medicinas en los hospitales públicos, seguirá el mismo “círculo vicioso”, engrasado, además, por la falta de inversiones, y al no haberlas, escasean las fuentes de trabajo.