Amenazas de paro

El Frente Unitario de Trabajadores busca el apoyo de otras organizaciones sociales para protestar por la eliminación del subsidio a las gasolinas Extra y Ecopaís.

La protesta está prevista para el jueves de la próxima semana. Aún no se conoce la posición en firme de la Conaie. Todos querrían tenerla como aliada para esta clase de actos. El país conoce de sobra las razones.

Todos tienen derecho a protestar; a la “resistencia” como reza la novelera Constitución de Montecristi.

Los transportistas han aceptado la indemnización prometida por el Gobierno, con lo cual logró apaciguar su tácita reacción en contra. Mantener el subsidio al diésel y al gas de uso doméstico también contribuyó a amainar las reacciones, otrora incendiarias y económicamente mortales.

Es una percepción, pero el resto de la población parece estar resignada a pagar más por las dos clases de gasolina, cuyos octanajes no se compadecen con los costos impuestos, variables además, como pasa con la Súper.

Siendo así, la protesta liderada por el FUT y otras organizaciones será una señal inequívoca para saber si el Gobierno dará marcha atrás como lo hicieron sus dos antecesores.

Viendo todo el bosque relacionado a los subsidios, tal eliminación apenas es un resquicio, literalmente hablando, un árbol. La afectación está por verse, sobre todo en el alza de precios de productos, alimentos y fletes, siempre a merced de la especulación y el abuso.

El Gobierno valorará los alcances de la protesta; pero también debe tomar correctivos profundos, por ejemplo en el gasto público, revisar los subsidios al diésel a favor de grandes empresas a pretexto de incentivos; igual los entregados por energía eléctrica a las compañías mineras, a favor de las cuales incluso hasta se construyen más subestaciones, y nunca paran cuando el resto del país es obligada a los cortes.

Es momento de cuadrar esas distorsiones, hasta para evitar el justo enojo del pueblo, cuyo bolsillo ya no da para más.