Cuenca, una ciudad que respira historia, ha visto cómo sus calles, en la época de la colonia, cambiaron de nombre para reflejar la transformación social y política del Ecuador.
El cabildo cuencano era el encargado de asignar nombres a las vías en función de las actividades, costumbres, hechos y personajes de la época.
Antiguamente, el núcleo urbano se concentraba en lo que hoy se conoce como el «Centro Histórico», delimitado al norte por la calle que hoy se conoce como Rafael María Arízaga, al sur por la Calle Larga, al este por la calle Manuel Vega y al oeste por la Coronel Talbot.
Con el paso del tiempo, la Municipalidad emitió varias ordenanzas para renombrar las calles, destacando a personajes ilustres y eventos significativos. Los primeros cambios se dieron en junio de 1930.
Desarrollo urbanístico
En octubre de 1949, Cuenca empezó su desarrollo urbanístico de la mano del arquitecto uruguayo Gilberto Gatto Sobral, quien realizó el primer ‘Plan Regulador de la Ciudad’, que dio paso a lo que es hoy el tejido urbano.“
«El Concejo Cantonal ha puesto en vigencia el plan técnicamente elaborado para la urbe del mañana, que prevé las necesidades del futuro, coordina las del presente y no destruye las que demandó del ayer”, reseña El Mercurio en la edición del 22 de octubre de 1949.
Gabriela Torres Balarezo, arquitecta restauradora, considera que, con ese plan se dio la introducción de criterios de arquitectura y urbanismo correspondientes al Movimiento Moderno, que había iniciado en Europa y ya se encontraba con importantes exponentes en Latinoamérica.
El progreso urbano de Cuenca, así como la evolución de la ciudad y sus calles es narrado por El Mercurio, diario que en octubre de 2024 próximo cumplirá 100 años de fundación.
Ordenanzas y cambios
En junio de 1961 y en enero de 1974, desde la Municipalidad se emitieron respectivas ordenanzas para revisar las nomenclaturas de las calles de la ciudad.
Rafael María Arizaga
Calle Real del Vecino, actual Rafael María Arizaga, nacía en el Vecino y no se extendía más allá de la Luis Cordero. Era la principal entrada norte de la ciudad, donde se erigía la Picota del Rollo. En 1930, tomó el nombre de Sandes, en honor del general inglés que participó en la Batalla de Tarqui. Y en 1961, tomó el nombre del parlamentario cuencano Rafael María Arizaga.
Pío Bravo
La Pío Bravo, era conocida antiguamente como Calle Ayacucho en homenaje al lugar donde el general José Antonio de Sucre libró la batalla que consolidó la Independencia americana. En 1930, fue renombrada como Tomas Heres, en honor al militar colombiano que participó en las guerras de Independencia. Finalmente, en 1961, adoptó el nombre de Pío Bravo, en reconocimiento al jurisconsulto cuencano y defensor de los derechos democráticos.
Gaspar Sangurima
La Gaspar Sangurima, antes conocida como Calle de la Plaza, fue una de las vías principales en la antigua ciudad. En 1930, adoptó el nombre de Gaspar Sangurima en honor al destacado artista, escultor y pintor cuencano, quien fundó la primera escuela de artes y oficios de la región.
La Mar
Conocida en sus inicios como Calle de la Ronda, fue una de las primeras de la ciudad y un punto de encuentro para reuniones nocturnas. Más tarde, se la llamó como Tres de Noviembre en conmemoración de la fecha libertaria. En 1930, cambió su nombre a Rivas, y en 1961 fue rebautizada en honor a José Domingo La Mar, militar cuencano.
Gran Colombia
La Gran Colombia, originalmente conocida como Calle de la Corte debido a la presencia de notarías y oficinas judiciales, fue rebautizada más tarde como Francisco de Paula Santander, en honor al político y general del Ejército colombiano, quien también fue Presidente de Nueva Granada. En 1961, recibió la denominación de Gran Colombia en honor a la República creada por el ideal de Simón Bolívar.
Simón Bolívar
La Simón Bolívar, antes conocida como la Calle del Sagrario, es la arteria principal de la ciudad. Comenzaba en el lado norte del Parque Central Abdón Calderón y se extendía hasta las iglesias de San Sebastián al oeste y San Blas al este. En 1930, fue rebautizada en honor al Libertador Simón Bolívar, el general venezolano que lideró la lucha por la independencia de América.
Sucre
La Sucre, anteriormente era conocida como Calle del Águila. Más tarde fue renombrada como Benigno Malo. En 1961, recibió su nombre actual, Antonio José de Sucre, en honor al Mariscal de Pichincha y Ayacucho.
Presidente Córdova
La Presidente Córdova fue anteriormente conocida como la Calle de Hércules. En 1961, fue renombrada en homenaje a José María Vásquez de Noboa, un chileno y prócer de la independencia. En 1974, adoptó el nombre de Gonzalo Córdova, un abogado y diplomático cuencano que fue Presidente de la República entre 1924 y 1925, desde entonces, se la llama Presidente Córdova.
Calle Larga
La Larga fue conocida como Calle San Carlos o Calle Larga en 1822. En 1895 pasó a llamarse 5 de Junio. En 1920, fue Cedeño y desde 1974 se denomina Calle Larga.
Vega Muñoz
La actual Antonio Vega Muñoz, anteriormente conocida como Calle del Arrabal, comenzó como un estrecho camino paralelo a la Calle Real del Vecino. En 1930, fue renombrada a Junín, en homenaje a uno de los lugares emblemáticos de la libertad americana. Finalmente, en 1961, adquirió su nombre actual en honor a Antonio Vega Muñoz, un caudillo cuencano y defensor de las libertades públicas.
Santa Ana
La Calle Santa Ana, entre la Sucre y Bolívar. Esta angosta vía peatonal se extiende desde la Benigno Malo hasta la Padre Aguirre. Su nombre honra a la patrona de Cuenca, Santa Ana. Hoy se ha transformado en un nuevo atractivo turístico de la ciudad.
Juan Jaramillo
La Juan Jaramillo, fue inicialmente conocida como la Calle de las Secretas debido a que allí se fundó el Convento de las Conceptas, cambió de nombre en 1931 a Zea. En 1961, fue nombrada como Juan Jaramillo en honor al destacado jurisconsulto lojano, quien también fue alcalde y legislador por el Azuay.
Juan Montalvo
En sus inicios tomó el nombre de La Cruz porque terminaba en una de las tres cruces colocadas en diversos sitios de la ciudad. Una de las cruces se ubica en la plaza Cruz de El Vado, otra cruz es la de Todos los Santos y la tercera se ubica en San Sebastián. Posteriormente, se la llamó Urdaneta, en honor a otro de los oficiales de la Independencia. En 1930 toma el nombre de Juan Montalvo en memoria del escritor, ensayista y filósofo ambateño.
General Torres
Calle del Panteón en 1822 porque daba acceso a uno de los cementerios de la ciudad. Parra en 1900. A partir de 1930, tomó el nombre de Ignacio Torres, en memoria del hermano del héroe colombiano de la Independencia, Camilo Torres. Ignacio Torres se radicó en Cuenca y fue el primero en traer la imprenta a la ciudad. La calle es conocida actualmente como General Torres. Así lo recuerda la revista «Espacios de la Memoria en Cuenca» del Instituto Nacional de Patrimonio Cultural.
Padre Aguirre
Calle de la Provisión en 1822 y Solano en 1900, en memoria del ilustre franciscano Fray Vicente Solano. Desde 1930 toma el nombre de Padre José María Aguirre, en homenaje al ilustre franciscano de la ciudad e insigne predicador nacido en El Valle, el 22 de diciembre de 1851.
Benigno Malo
En sus inicios se llamó Calle del Toril porque era el lugar donde se guardaban los toros de lidia. En 1900 se llamó Boyacá, en memoria de otro de los lugares históricos en los que Bolívar derrotó a los ejércitos realistas. Toma el nombre de Benigno Malo en 1930 en distinción al abogado, político, diplomático y educador nacido en Cuenca. Benigno Malo fue impulsador activo de la educación, promotor industrial de la región. Representante del Azuay en el Congreso de 1848. Gobernador de la Provincia del Azuay en 1863. Primer rector de la Universidad de Cuenca en 1867.
Luis Cordero
Antiguamente se denominó Calle Episcopal por atravesar la Catedral Vieja y la Casa de los Canónigos, lugar donde residía el Obispo. En 1930, tomó el nombre de Carabobo, como un recordatorio de un lugar de Venezuela en el que se libró una de las batallas importantes de la Independencia. Desde 1961, lleva el nombre de Luis Cordero, en memoria del ilustre maestro de juventudes, literario, lingüista, poeta y presidente de la República. En el ámbito de la educación y la cultura se desempeñó como maestro, rector de la Universidad de Cuenca y miembro de la Academia de la Lengua.
Antonio Borrero
En sus inicios se la conocía como Calle del Chorro, pasó a llamarse Calle de la Victoria en 1900. A raíz del 3 de noviembre de 1820, tomó el nombre de Calle de la Victoria por ser el lugar por donde entraron los patriotas. En 1930 se rebautizó como Juan Jaramillo y finalmente tomó el nombre de Antonio Borrero Cortázar, en distinción al escritor y abogado cuencano, quien fue Presidente de la República y Vicepresidente.
Hermano Miguel
En la antigüedad fue la Calle de las Alcabalas, porque allí se situaba el lugar para el pago de los tributos. Posteriormente fue calle Pichincha, en recuerdo del lugar donde se dio la Batalla del 24 de mayo de 1820 con la que se da la independencia definitiva. En 1930, recibió el nombre de Francisco Febres Cordero, y desde 1974, lleva el nombre de Hermano Miguel, en honor a Miguel Febres Cordero Muñoz, sabio y santo lasallano, nacido en Cuenca, beatificado el 30 de octubre de 1977 y elevado a los altares el 21 de octubre de 1984.
Mariano Cueva
Se llamaba Calle de Todos Santos en 1822 y toma la denominación de Mariano Cueva en 1930, en consideración al abogado, catedrático, político y periodista nacido en Cuenca. Mariano Cueva fue ministro de la Corte Suprema de Justicia, concejero municipal, gobernador del Azuay y vicepresidente durante el gobierno de García Moreno, en 1861. Escribió para varios rotativos del país y fundó El Cuencano, La República y El Atalaya.
Vargas Machuca
Calle de la Soledad en 1822, pasó a llamarse Vargas Machuca en 1930, en distinción a Alejandro Vargas Machuca, destacado militar que logró muy joven el grado de Coronel por su accionar en numerosas confrontaciones de armas, entre otras, la batalla del Pichincha, Junín y Ayacucho. Fue un actor importante, en la gesta libertaria del 3 de noviembre de 1820.
Tomás Ordoñez
En sus inicios fue la Calle de la Carnicería porque daba acceso a uno de los primeros camales de la ciudad y a la plaza de venta de toros. Calle de la Libertad en 1900. Desde 1930 se denomina Tomás Ordoñez, en consideración al militar ecuatoriano, prócer de la independencia de las actuales provincias de Azuay y Cañar.
Manuel Vega
En la época de la colonia se la conocía como Calle de San Blas, en 1900 se llamó Calle del Sol, en 1930 Coronel Harris y desde 1961, toma el nombre de Manuel Vega en homenaje al abogado, político, agricultor y comerciante cuencano. En 1857 fue Senador de la República. Entre marzo de 1860 y mayo de 1864 fue nombrado gobernador por petición del presidente García Moreno.
«El Concejo Cantonal ha puesto en vigencia el plan técnicamente elaborado para la urbe del mañana, que prevé las necesidades del futuro, coordina las del presente y no destruye las que demandó del ayer”.
Publicado en El Mercurio, 22 de octubre de 1949.
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