Literatura escrita por mujeres en el Ecuador: raíz y proyección (III)

Aníbal Fernando Bonilla

En el transcurso del siglo XIX, las oportunidades para las mujeres en general (comprendidas las escritoras) estaban limitadas por las convenciones sociales impuestas. Sin embargo, muchas de ellas lograron superar obstáculos y fecundar obras literarias valiosas, aunque su reconocimiento público fue condicionado, y a veces, inexistente. No se puede desconocer que la Ilustración tendió puentes para que se expanda el conocimiento y se asuma el raciocino como fuente liberadora, contando para el efecto con el involucramiento femenino. Siendo también menester resaltar, como antítesis de la anterior corriente del pensamiento, la impronta del romanticismo en esa búsqueda íntima del ser humano por comprender y extasiarse de la naturaleza circundante, en donde la mujer creadora tuvo un rol medular, más allá de su idealización.

Con el surgimiento de movimientos feministas a inicios del XX, comenzaron a implementarse más alternativas para las mujeres en el plano artístico. Sin embargo, aún enfrentaron desafíos en términos de un acceso integral a la educación y a la difusión de obras. Aunque, por otra parte, fue el momento -inclusive antes- en que varias de sus firmas aparecieron en revistas y periódicos con regularidad. Durante mediados de este siglo, hubo un aumento en la visibilidad de la mujer en la esfera pública, incluida la literatura. Algunas poetas y escritoras alcanzaron un reconocimiento nacional e internacional por su producción.

Ya en las postrimerías del XX, con el avance de la igualdad de género, continuidad de luchas de base social, la exigencia de la inclusión y la afirmación de la diversidad en la labor literaria, las mujeres consolidaron un lugar preponderante en la escena de las artes y las letras. Lo cual implicó mayor involucramiento en trabajos de edición y publicación, la puesta en marcha de espacios académicos, de activismo y divulgación escritural.

Por otra parte, la temática abordada viene evolucionando de acuerdo con la dinámica societal, reflejando cambios en su entorno y en las inquietudes de las propias escritoras. Se han tratado aspectos sobre feminismo, identidad nacional, política, historia e intrahistoria o las esenciales preocupaciones existenciales que caracterizan a la expresión literaria. (O)