Quien ha vivido en pareja o recuerda la adolescencia sabe claramente que en general no nos gusta que nos digan qué hacer. Esa resistencia natural hacia lo que percibimos como órdenes o intentos de manipulación se debe con frecuencia a un fenómeno conocido como reactancia psicológica, esta teoría, propuesta por Jack Brehm, sugiere que cuando sentimos que nuestra libertad de elección está amenazada, así sea con un consejo aparentemente bien intencionado, experimentamos una reacción emocional negativa y una fuerte motivación para recuperar esa libertad, casi siempre haciendo exactamente lo contrario de lo que se nos indica.
Pero en vista de que parte de la naturaleza humana busca precisamente aconsejar, decir o sugerir qué es lo que los demás deben hacer, una alternativa para este derroche de buena intención puede estar en la idea que Richard Thaler y Cass Sunstein, presentan en su libro «Nudge» (2009), ellos manifiestan que a veces, todo lo que necesitamos para tomar mejores decisiones es un pequeño empujón en la dirección correcta, lo que podría evitar todo el drama de la reactancia psicológica.
El concepto de «nudge» se refiere a sutiles empujones que guían el comportamiento sin restringir nuestras opciones, y aunque suena manipulador, estos empujones aprovechan nuestras tendencias naturales para llevarnos por el camino correcto, por ejemplo, colocar fruta u opciones saludables de manera muy visible y apetitosa, mientras se ocultan las opciones menos sanas.
Estos empujones tienen aplicaciones a todo nivel, recuerden el caso en el que colocar la imagen de una mosca en urinarios públicos mejoró significativamente la puntería de sus usuarios. Con creatividad podemos diseñar entornos que nos ayuden a tomar mejores decisiones. (O)
@ceciliaugalde