Entre las necesidades principales del barrio Rayoloma, está delimitar a qué parroquia pertenece, ya que se encuentra dentro de los límites de tres jurisdicciones.
El barrio Rayoloma, ubicado al sureste de la ciudad, tiene una particularidad que lo diferencia del resto, pues este sector se encuentra entre tres jurisdicciones, la parroquia urbana Monay y las parroquias rurales Paccha y El Valle.
Esta característica a decir de Carlos Lituma, presidente del barrio, ha traído inconvenientes a los habitantes para solicitar ayuda de las autoridades, pues en el municipio les ha dicho que pertenecen al área rural y cuando acuden a la junta parroquial de Paccha, les han indicado que pertenecen a El Valle y viceversa.
“Pedimos a las autoridades que definan los límites del barrio, que determinen si pertenecemos al área urbana o rural, para saber a qué instancia acudir ”, dice Lituma y acota que esta es una de sus principales necesidades.
Sin embargo, esto no ha sido impedimento para que Rayoloma salga adelante, ya que la casa comunal, un local en el que antes funcionaba una Unidad de Policía Comunitaria (UPC), la cancha nueva de la escuela Andrés F. Córdova, entre otros; son resultado del trabajo de su gente y la colaboración de los migrantes que están en el exterior, pero la clave, según Carlos Lituma, ha sido la minga.
Para Wilmer González, director de la escuela Andrés F. Córdova, la minga es importante porque gracias a eso se consiguió remodelar la cancha del centro educativo y se está arreglando la fachada. “Los resultados se han dado gracias al trabajo del barrio”, afirma González.
Conectividad
Tras décadas de lucha y solicitudes, Rayoloma por fin tendrá su primera vía asfaltada. Una calle de 2,4 kilómetros de longitud, que va desde la vía Monay-Baguanchi hasta el sector de las cuatro esquinas, donde termina la competencia municipal.
Actualmente la maquinaria de la municipalidad construye la carretera y Carlos Lituma, presidente del barrio, espera que esté lista para finales de septiembre, antes de las festividades de la Virgen del Rosario, patrona del lugar.
Pero Rayoloma no siempre fue así. Juan José Villa, de 88 años, recuerda que antes no había camino. Para ingresar había que caminar por tierra y lodo cuando llovía.
“He visto cómo las cosas han cambiado. Antes no podía imaginarme como ha crecido el barrio”, menciona.
Si bien no hay datos precisos de la creación del barrio Rayoloma, según versiones de vecinos, podría tener más de 100 años.
Iván Plaza indica que la vía principal era un camino de herradura, por donde pasaban los caballos que venían de Quingeo y Paccha, lo que dejó las marcas en el suelo, “como una raya en la loma” comenta Iván, y por eso se le dio el nombre de Rayoloma.