Emergencia para el Santa Bárbara

Edgar Pesantez Torres

Las críticas que se vierten por este medio son por obligación profesional en favor de los demás, de la naturaleza y de la vida a la que debemos defender con decisión, porque los disensos y consensos, los cuestionamientos y enaltecimientos son garantía del desarrollo y la preservación de la democracia, aun cuando también haya que luchar contra los hechos secundarios poco agradables, tales como la estupidez, la falta de estética y la perversidad, que crecen arrimados y animados por  totalitarismos y sindicalismos de  “luchas y rosas”

Hicimos críticas a los actores de la minera indiscriminada en el Azuay, particularmente en el río Santa Bárbara, en donde las autoridades no fueron capaces de coordinar acciones para detener la destrucción del ecosistema. Por entonces, el burgomaestre sigseño no dio respuestas sobre donaciones de empresarios mineros que iban en antítesis a la lucha contra la minería irresponsable, así que declaró que bregaría por frenarla lo que sus antecesores dejaron hacer y dejaron pasar, pese a que desde el 2015 las concesiones pasaron a responsabilidad de los GAD provinciales y municipales. 

El 18 del mes pasado, el Ab. David Duchitanga M., compareció ante la Comisión Especializada Permanente de Biodiversidad y Recursos Naturales de la Asamblea Nacional para exponer  con fundamentos la grave situación por la que atraviesa el río Santa Bárbara, debido a la minería artesanal convertida en minería industrial que, a corto plazo, inclusive ocasionaría una crisis en la Hidroeléctrica Paute, además de incentivar la presencia de drogas, armas, delincuencia y convertir a su pueblo en un Ponce Enríquez.    

Lo más grave del río entre el Ayllón y la Playa de Zhingate, es que se está convirtiendo en un río obscuro por la presencia de tierra excavada y por elementos químicos como el cianuro, arsénico, cadmio, plomo, cobre, plata y mercurio, que van exterminando la vida acuática y afectando la salud de los habitantes que consumen directamente esta agua o a través de los peces del río y alimentos de la tierra, humedecida por este líquido venenoso.

¡Bien señor Alcalde del Sígsig!, quien, además, solicitó a la Comisión promueva la declaración de Emergencia Ambiental al río Santa Bárbara, en vista de la negligencia de las autoridades del Estado. Y bien también por la asambleísta Sofía Sánchez U. que ha tomado parte de este sensible asunto y que censuró la ausencia de la titular del Medio Ambiente, Agua y Transición Ecológica como del Prefecto del Azuay, autoridades vertebrales en el tema que se trató.      (O)