Las Pléyades y el maíz

Tito Astudillo y A.

Este sábado ya caída la tarde, de regreso del Bosque Protector Aguarongo, nos orillamos en la colina de Chocarsí y desde su mirador vimos la puesta del sol en el valle Cuenca – Azogues, una impresionante explosión de texturas de luz, mientras esperamos la noche para mirar el cielo con una nueva aplicación que mi sobrino Pablo Andrés estrenaba en su celular y claro que nos divertimos y asombrados, nos quedamos con las constelaciones  de la Cruz del Sur y las Pléyades o Kullka Andina, en consonancia con los tiempos de cosechas y recolección del maíz que vivimos.

Y como frente a una obra de arte, nada más perfecto que una noche estrellada, nuestro acercamiento es con todo lo que tenemos como elementos de comprensión y sensibilidad, y vienen los recuerdos del inolvidable investigador de Cosmovisión Andina, Hernán Loyola Vintimilla+, parte de cuyas investigaciones se recopilan en su libro “Geografía Sagrada: Arqueoastronomía de Pumapungo – Guapondelig”, a quien tuvimos la suerte de escuchar mientras recorríamos la geografía local buscando hitos en sus exploraciones. Nuestro recordado investigador explicaba como la Kullka, cuyo referente astral en el valle de Tomebamba es la colina de Cullca, acompaña todo el ciclo de producción del maíz; a fines de julio ingresa a la bóveda celeste por Pachamama; en septiembre y octubre, tiempos de preparación de la tierra y siembras, resplandece como un manojo de semillas; de noviembre a enero se le puede observar, más cenital toda la noche, temporada de crecimiento de los cultivos, deshierba y aporque; durante marzo y abril, en la apoteosis de producción de la chacra, comienza a salir del cielo nocturno; y en junio, tiempo de cosecha del maíz desaparece de la noche.

Sustenta Hernán Loyola Vintimilla (+), en base a sus conocimientos y observaciones, que la Kullka era la constelación protectora de la chacra y del cultivo del maíz, citaba autores y tradiciones del antiguo Perú, que afirmaban que cuando las Pléyades aparecían más voluminosas en el cielo nocturno, la cosecha del maíz será abundante. (O)