Humanismo y renacimiento                                  

Hugo Darquea López

Renacer es volver a vivir. Humanismo es valorar en su sentido integral a la vida.

En el siglo XV y para algunos historiadores desde LOS siglos XI al XII comenzó un proceso profundo de cambio de mentalidad en la Europa de esos tiempos con la fundación de las universidades. La secuencia: Bolonia, París, Oxford y Salamanca definen la ruta. Las primeras universidades en América fueron fundadas por España en México, Lima, Quito entre otras ciudades de nuestro mundo.

 El humanismo precisamente es valorar lo humano sabiendo que disfrutamos vivir con dignidad.  

Hoy con el avance del conocimiento científico y la proyección de la investigación en todos los niveles, desde el ADN y la célula, la molécula, protones, neutrones y el átomo, la proyección cibernética al espacio, descubrimos al micro y macro cosmos como universos a ser conocidos, entonces vemos que la consciencia crítica está llegando a grandes resultados en la biología, la física, la química y el horizonte múltiple y diverso de las ciencias y de las artes. 

Pero, si nos detenemos en el mundo de las relaciones sociales, de los valores y sus quiebres que destruyen la paz, la justicia, la solidaridad, sabemos cuánto nos hace falta el principio y valor ético que denominamos RESPETO.

Todo está sometido a la desvalorización de la naturaleza de la vida, su valor de principio esencial.
Principio esencial, porque por la vida comienza todo. Valor esencial, porque a su plenitud debemos llegar. Pero no se respeta a la Vida. Múltiples formas de atacarla en un mundo siniestro que justifica la guerra, el terrorismo y el asesinato caracterizan este tiempo de locos y amorales. Por eso insisto en la importancia de la educación integral, desde la familia a la universidad.  Su misión es indelegable.

Debemos renacer al humanismo auténtico que nos acerca a los demás con respeto profundo al destino de dignidad que estamos llamados. (O)