Catalina Sojos: «Los jóvenes están buscando un espacio»

La escritora cuencana está nominada al Premio Nacional Eugenio Espejo 2024, que será entregado el 9 de agosto en el Día Nacional de la Cultura.

Catalina Sojos Mata, escritora cuencana.
Catalina Sojos Mata, escritora cuencana. XCA

En el universo literario, la escritora cuencana Catalina Sojos Mata se destaca como una de las voces más representativas de la poesía ecuatoriana y latinoamericana.

Su nominación al Premio Nacional Eugenio Espejo 2024, subraya el impacto cultural de su obra. Maestros como Jorge Enrique Adoum, Efraín Jara Idrovo, Rubén Astudillo y Eliecer Cárdenas fueron determinantes para su formación.

En una conversación con El Mercurio, Catalina Sojos comparte su perspectiva sobre el emblemático premio y la escasez de autoras galardonadas con este. Reflexiona sobre la literatura en Ecuador, los desafíos de los jóvenes escritores y la importancia de los premios como catalizadores en el mundo literario.

Actualmente está como jurado en el Encuentro Internacional de Poesía “Paralelo Cero”, que se desarrollará en Quito en noviembre de 2024 y prevé publicar en el Fondo de Cultura Económica.

¿Cómo recibe la nominación al Premio Eugenio Espejo?

Es un reconocimiento que me hace la Dirección de Cultura. Ya estuve postulada al premio por el Museo Pumapungo (2022). Es un honor que recibo con humildad. El Premio Eugenio Espejo es uno de los más emblemáticos del Ecuador. Sería interesante que haya algunas autoras, además de la que habla, porque la única mujer que ha obtenido el premio es Alicia Yánez (2008).

¿Cómo ha evolucionado en la poesía?

Entré en el mundo de la poesía a través de la recitación cuando tenía seis años. Conocí a escritores como Pablo Neruda, Gabriela Mistral, pero con el tiempo los poetas van cambiando y se requiere más de ti. Por ejemplo, estoy de jurado en el Encuentro Internacional de Poesía “Paralelo Cero”. Estoy leyendo los textos de los jóvenes. Están escribiendo muy bien.

¿Cómo deviene su proceso creativo?

La poesía es una maga. Es una hechicera. Es imposible planearlo. Llega, sobreviene. Pero soy muy disciplinada para leer, para escribir. Hay que corregir, hay que descartar muchas cosas. La pulida es lo más importante.

Tiene diversos universos en su escritura, entre ellos el infantil ¿Qué le inspira?

Hay un caleidoscopio en mi obra y en mi vida personal. He hecho teatro, cine, periodismo. La literatura para niños es un universo único al cual me acerco de puntillas. He escrito algunos libros y los más importantes han sido hacia mis nietos, como “Así se hace una mamá”, que es por la adopción, mi nieto es adoptado.

¿Cuál cree que es el estado actual de la literatura en el Ecuador?

Mi país es un país emergente. Es un país en crisis en todos los sentidos, ética, moral educativa, académica. Pero, no quiero ser tan pesimista. Hay un resurgimiento muy grande en la literatura, los chicos están cansándose de las redes sociales, están buscando un espacio individual, esa “habitación propia” a la que alude Virginia Woolf. Puede que haya un resurgimiento; confío mucho en eso.

¿Qué consejo daría a los jóvenes escritores?

Es mentira que uno escribe para uno mismo; uno siempre escribe para el lector, para alguien. Pero una cosa es escribir para ese alguien y otra cosa es solo pensar en la fama. Ahí está equivocado. Que lean “Cartas a un joven poeta” de Rainer Maria Rilke. Que maduren el texto. No se lancen así por así.

¿Hay alguna obra suya que considere especial?

Sin lugar a dudas “Cantos de piedra y agua”. Ha sido el libro más importante y fundamental en mi obra, son ocho años que me tomó escribir.

¿Cómo influye el entorno de la cultura cuencana en su escritura?

En “Cantos de piedra y agua” le mando al diablo Cuenca. Tengo que decirlo, pero cuando la escribí era una poesía bucólica, campestre, folclórica, romántica. Toda una serie de cosas hacia Cuenca, la ínclita. El entorno cultural de Cuenca me ha hecho reflexionar y no solo el entorno cultural, sino el geográfico, porque los cuencanos no somos una “perita en dulce”. Los cañaris somos bravos. Influye en la obra.

¿En qué proyectos está trabajando?

En noviembre recibiré un homenaje en Quito en el Encuentro Internacional de Poesía “Paralelo Cero”. Estoy muy involucrada y también hacer la antología de mi poesía. Además, estoy en conversaciones para publicar en el Fondo de Cultura Económica, con “Así se hace una mamá”.

¿Cómo influyen los reconocimientos para los escritores?

En primer lugar, por la responsabilidad sobre la obra. Pero también se abren puertas. El primer premio que gané fue el “Gabriela Mistral” en Quito. Sirven para decir “no estoy equivocada”. La postulación al Premio Eugenio Espejo es un honor. Es interesante que se abran fronteras a una mujer de provincia como yo, que no tiene títulos académicos, una poeta. (I)

DATOS

  • Catalina Sojos fue la primera mujer en obtener el Premio Nacional de Poesía “Jorge Carrera Andrade” en 1992, a su libro “Tréboles Marcados”.
  • El Estado otorga el Premio Eugenio Espejo, que reconoce la trayectoria de personas que han contribuido al desarrollo cultural y científico del país.

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