El andamiaje de la impunidad
Lo que no pudieron con el Alembercito, finalmente la semana pasada, y luego de un sinfín de triquiñuelas políticas, de leguleyadas, de irregularidades, de maniobras malolientes y, quién sabe, qué otros entremeses más, la dirigencia del correísmo logró “hacerse” del control del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social, meta importantísima en su inexorable y enfermizo afán de conseguir las nulidades, las amnistías, los indultos y las revisiones que fuesen necesarias para devolver a las calles y plazas del país a todos aquellos presos, fugados, indagados, que llevaron a cabo el más grande atraco de los fondos públicos, en la historia del país.
Y que coincidencia, que en los mismos días en que el CPCCS ha sido vapuleado y manoseado por las huestes correístas, un estudio realizado por el Cuerpo de Ingenieros del ejército estadounidense, haya concluído en que la central hidroeléctrica Coca Codo Sinclair, la más grande del país, ejecutada y negociada en la década bailada, colapsará en el plazo de 3 a 5 años, gracias a la erosión regresiva que no fue tomada en cuenta por las mentes brillantes, en los estudios de factibilidad de la obra. Prohibido olvidar.
Y ahora viene la torta. Concurso para magistrados de la Corte Nacional de Justicia, concurso para renovar a los jueces constitucionales y selección de 586 jueces, con calidad de elegibles, a lo largo y ancho del país. ¿Tiene alguien alguna duda sobre a quién van a beneficiar las decisiones del nuevo Consejo de la Judicatura, teniendo semejantes encargos dentro de la administración de justicia del país? ¿Cree alguien que, si fueron capaces de dejar sin efecto la designación de la doctora Martínez Molina, para nombrar a un ciudadano afín a sus intereses, para que dirija la Judicatura, el futuro Consejo de la Judicatura representará la idoneidad y la imparcialidad que reclama la ciudadanía?
No queda duda, el “flamante” Consejo de la Judicatura, responderá a los intereses de una agrupación política, cuya dirigencia es reconocida por sus habilidades y falta de escrúpulos. Lo único que queda es andarlos atrás para impedir que funcione el nefasto andamiaje. (O)
