Años atrás, en función de la tasa recomendada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) se discutía sobre la falta de médicos de acuerdo al número de habitantes.
Según el especial periodístico de un diario nacional, en el Ecuador hay sobrepoblación de médicos generales. Muy pronto, hasta de especialistas.
Pocos lustros atrás eran pocas las facultades de Medicina, concentrándose en Quito, Guayaquil y Cuenca, tanto en universidades públicas como privadas.
De acuerdo al reportaje, ahora hay 30 facultades de Ciencias Médicas y de la Salud. Sólo en Quito se concentran nueve.
La tasa de médicos por cada 10 mil habitantes es de 38,47, cuando la requerida es 23 según la OMS.
Directivos de la Asociación de Facultades de Medicina advierten: es momento de declarar una moratoria, caso contrario la sobrepoblación está llevando a tener médicos generales desocupados. Antes, incluso hay dificultades para encontrarles plazas en el internado rotativo y en la medicatura rural.
El eco de esta advertencia debe llegar al Ministerio de Salud, al Consejo de Educación Superior y a la Senescyt.
Otro punto crítico lo dice el director de Posgrado de Psiquiatría de la UTE: ciertas universidades cuya acreditación la obtuvieron con dificultades tienen facultades de Medicina, cuando debería revisárseles “sus procesos de formación, laboratorios, centros de simulación y planta docente”.
Esto último lleva a preguntarse sobre la calidad de los nuevos médicos, no sólo por su desempeño como tales, cuanto porque ahora es necesaria la especialización, y muchos la buscan en universidades extranjeras, cuyos requisitos son extremos, pues así lo exige su alta calidad académica.
Contentarse únicamente con el título de médico general no ha de ser el propósito de esos profesionales.
Trátase de un problema cuyo debate urge entre todos los actores, sin perder de vista la concentración de médicos en ciertas ciudades. En otras escasean.