«Nos cierran el paso en la vía. Antes solo nos amenazaban, pero ahora disparan sin piedad», comenta Miguel, un conductor con más de 10 años de experiencia. Es la modalidad de robo de los delincuentes que operan en las vías de Ecuador, quienes aprovechan tramos desolados para interceptar vehículos y sustraer las pertenencias de conductores y pasajeros.
Representantes del gremio de transportistas expresan una preocupación generalizada.
Según Hermel Jarro, presidente de la Unión de Transporte Interprovincial del Azuay (UTIPA), no hay garantías de seguridad en los corredores viales y los delincuentes les roban dos veces por semana.
“Hemos pedido mayor control en todas las carreteras estatales, en la Cuenca-Molleturo, sobre todo, en el kilómetro 26 y ahora en La Troncal porque hay asaltos. Exigimos al Gobierno mayor seguridad, tanto para conductores como para usuarios”, señaló.
Impacto económico y social
La inseguridad no solo pone en riesgo la integridad física de los choferes y los pasajeros, sino también la economía del sector. La afluencia de pasajeros ha disminuido en un 50 % en comparación con años anteriores, en esta época de vacaciones.
«Nos hemos visto afectados porque no hay pasajeros en las unidades. La gente viajaba por turismo, pero ahora prefieren no hacerlo. Los que viajan lo hacen por negocios. El transporte impulsa el turismo a nivel nacional, esto es una cadena que mueve toda la economía”, aseveró Jarro.
Asimismo, la inseguridad ha obligado a suspender varios turnos nocturnos. «Antes teníamos turnos cada hora en la noche y hasta la madrugada, ahora algunos compañeros ya no quieren viajar», afirmó Miguel.
Medidas
Para intentar protegerse, los dirigentes del transporte han implementado cacheos a todos los pasajeros antes de abordar las unidades, pero los delincuentes han cambiado su estrategia y ahora atacan directamente en las vías. Dos camionetas cruzan a los buses interprovinciales y les ingresan a unas guardarrayas, donde les desvalijan.
Además, las herramientas tecnológicas de seguridad instaladas en los buses no están funcionando como se esperaría.
“El botón de pánico es un parapeto, nunca ha funcionado. Puede ser presionado 20 mil veces y no sirve para nada», señaló un conductor.
Además, añadió que todas las unidades cuentan con seis cámaras de seguridad, tres instaladas por la Agencia Nacional de Tránsito y tres adicionales puestas por las cooperativas, pero la respuesta del ECU-911 es nula.
Patricio Narváez, secretario general del Sindicato de Choferes Profesionales del Azuay, se preguntó dónde están los recursos recaudados por el incremento del IVA del 12 % al 15 % que entró en vigencia en abril pasado.
Recursos
“La Policía no tiene recursos. Qué está haciendo el Gobierno con el incremento del impuesto. Que dé respuestas, es el clamor no solo nuestro, sino de toda la ciudadanía”.
Asimismo, lamentó que hay gerentes de compañías de transporte que son «extorsionados” por la delincuencia organizada.
Los transportistas señalan que están en la indefensión. “A inicios de mes circuló un video en las redes sociales de un grupo de delincuentes vestidos con uniformes de la Policía, interceptando a un bus interprovincial en el Triunfo. Es necesario que el Gobierno tome cartas en el asunto de inmediato”, indicó un chofer.
Pedro Mejía, experto en seguridad, señala que lo mejor en situaciones de asalto en unidades de transporte es mantenerse tranquilo y controlado en la medida de lo posible.
“A veces estas personas que asaltan se encuentran bajo efectos de las drogas y su único propósito es robar. Es peligroso ponerlos nerviosos o más violentos” señaló. Agregó que, no se debe forcejear con los delincuentes porque el modus operandi, casi siempre, es de tres o más personas armadas y el pasajero está en clara desventaja.
El sector del transporte demanda al Gobierno Nacional, mayores controles en las carreteras, ahora no solo se trata de asaltos, sino que “está en riesgo” la vida de conductores y pasajeros. (PNH)-(I)
Más noticias:
Transportistas dan 15 días al Gobierno para que mejore la seguridad en las vías
