Libreto
En esta semana se ha activado un libreto en el país. Nadie es responsable. Todos son víctimas. Ningún funcionario recuerda el principio de juridicidad y responsabilidad administrativa. Acusan y señalan. Nadie reconoce su rol en el libreto. Nadie se juega por la Patria.
Expliquemos. La designación del nuevo presidente del Consejo de la Judicatura tiene vicios de legalidad. Pues, el Consejo de Participación Ciudadana jamás resolvió la designación. En la primera votación, para elegir a la Dra. Dunia Martínez no hubo resolución. Se hizo con 3 votos de 7 miembros. Hubo 3 votos a favor y 3 abstenciones. El artículo 39 de la Ley del Consejo y el artículo 19 del Reglamento de sesiones, son taxativos en disponer que las resoluciones se toman con mayoría absoluta (4 votos de los 7 miembros). Fácil.
Después, dijeron que el presidente del órgano tiene voto dirimente (eso es verdad, lo tiene) y que, como tal, ha dirimido el empate de la votación. ¿Empate? Mal. Absurdo. Error de bulto otra vez. ¡Cómo puede dirimir algo que no ha quedado en empate! Repito. Hubo 3 votos a favor y 3 abstenciones. La abstención no es voto en contra como para “desempatar” algo con el voto dirimente. No hubo voto en contra. La abstención es eso: abstención. Hubo 3 a favor y 3 abstenciones. Es decir, no hubo más que 3 a favor y 3 sin votar. No se resolvió. Menos, se ha empatado nada.
Y sobre la base de aquello, sin resolución, en la siguiente sesión han pedido la reconsideración de la resolución. Sépase, usted reconsidera una resolución previa. Sigo. En esa reconsideración (de una resolución que no existe) designan al Mgt. Mario Godoy. Como se ve. Con vicios en el procedimiento y sin resolución.
En los días siguientes la Asamblea Nacional recibe en su Pleno, al ex presidente y ex vocal de la Judicatura (Terán y Barreno) para que digan y hagan lo de siempre, avergonzando aún más al país. Acto seguido, pese a que se desarrollan procesos en la justicia penal del Estado, no son censurados vía juicio político por la Asamblea, sino que ovacionados por los que votan a favor de la impunidad. Por los que tienen la enfermedad de la “asambletitis” y la miopía para ver a los ecuatorianos de bien.
Dígame usted apreciado lector, si acaso esto no es parte de un libreto. (O)