Estudios demuestran que los animales pueden reducir la soledad, aumentar los sentimientos de apoyo social y mejorar el estado de ánimo de las personas. Para muchas los animales significan un apoyo de vida fundamental, se convierten en sus ojos, o en su soporte para calmar ataques de pánico, ansiedad o depresión, incluso salvan vidas.
A mí, los animales me han enseñado a disfrutar de momentos maravillosos, a dormir tranquila, segura y caliente, a calmar la ansiedad y superar duelos, pero sobre todo a amar de una forma mucho más libre y real, sin códigos ni exigencias, maestros del desapego y la autonomía, diferente a como amamos entre humanos.
Mi gata murió la semana pasada, el dolor me pesa y escribo por todas las personas que tenemos dudas de expresar el duelo que se siente por un animal; porque nos enseñan a reprimir la desolación que su ausencia nos deja. Abrazo a todas las personas que hoy están tristes por la partida de sus mascotas, a las que de niñas no pudieron llorar a sus peludos, a las que nunca encontraron a sus animales perdidos, a quienes guardan el dolor porque se nos prohibió sentirlo. Espero que pronto otro ser peludo nos adopte y nos ame. (O)