Carapaz, un ejemplo de garra y motivación
Se terminó el Tour de Francia, y Richard Carapaz volvió a dejar a Ecuador en lo más alto del mundo del ciclismo. Ganador de la Etapa 17, campeón del Gran Premio de Montaña, y elegido como el ciclista más combativo de la competencia centenaria.
Carapaz dejó un sabor dulce, pero también amargo, porque, después de sus logros, no estará en los Juegos Olímpicos de París. Sin embargo, esa decisión deberá analizarse después.
Mientras tanto, disfrutemos y recordemos lo que un ecuatoriano pudo hacer: inmiscuir a Ecuador en el ciclismo.
Hasta antes de Carapaz, muchos no tenían idea de cómo funcionaban las competencias en donde las bicicletas eran las protagonistas.
La ignorancia fue reemplazada por la motivación que dejó Richard Carapaz en cada uno de los torneos que disputó.
Entonces empezó a sonar el Giro de Italia, la Vuelta a España, el Tour de Francia. Los ecuatorianos comenzamos a seguir esas competencias, a entenderlas.
Y, sin imaginarnos, Carapaz ganó la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Tokio.
¿Qué más se puede pedir a un deportista que no solo motiva en lo físico, sino en lo mental?
Mirar a Carapaz cómo quiere comerse al mundo con su bicicleta impulsa. Impulsa a mejorar, a alcanzar nuestros sueños, a ser distintos y a levantarnos. Porque no todo son logros, campeonatos, primeros lugares.
La vida no se mide por lo que se alcanza, sino por lo que está detrás. Que es caerse y volver a intentar. Garra y motivación. Eso nos enseñó Richard Carapaz. (O)