En el Ecuador se registraron 630 casos de maltrato infantil físico o psicológicamente en el 2022, según la Dirección Nacional de Policía Especializada para niños, niñas y adolescentes (DINAPEN). A su vez de acuerdo a los hallazgos de un último estudio realizado por la UNICEF, la violencia afecta más a los niños y niñas entre 5 y 11 años en un 50% , incide de mayor forma en las zonas rurales: 42% frente 36% en lo urbano y es más frecuente entre afroecuatorianos (52%), le sigue la población indígena (48%) y luego la mestiza (34%).
En lo relacionado al origen del maltrato infantil casi el 60% de los niños, niñas y adolescentes recibe un trato violento por parte de sus padres, el 26% por sus profesores, el 60% es testigo de peleas entre alumnos, y 4 de cada 10 se sienten inseguros en el transporte público.
Antaño castigar era una de las tareas de los papás, siendo común la expresión: ¡ya vas a ver cuando llegue tu padre!, sin embargo hoy las palizas han alcanzado la “equidad de género”, siendo las madres las que pegan más ahora. No entienden que el castigo corporal no educa, si provoca graves y traumáticos daños, con una mayor probabilidad de padecer trastornos mentales, intentos de suicidio, embarazos no deseados y consumo de drogas.
Enseñamos a usar la violencia con los más débiles, con los más chicos, con los que dependen de nosotros, con los que “amamos”. Estas “enseñanzas” están en la base de la violencia familiar, de la violencia de género y de la violencia social que tanto reprochamos.
¡En Ecuador, la violencia hacia niños, niñas y adolescentes continúa siendo una preocupante y triste realidad que deja cicatrices imborrables en la sociedad. Estos niños, que deberían estar creciendo en un entorno seguro y amoroso, se ven atrapados en un ciclo de miedo y trauma que afecta gravemente su desarrollo físico y emocional!
UNICEF considera que es clave seguir uniendo esfuerzos desde todos los sectores de la sociedad y el Estado para prevenir la violencia contra niñas, niños y adolescentes y llegar a quienes atraviesan situaciones de vulnerabilidad y no pueden acceder fácilmente a información o urgentes servicios de atención.
