Cada semana baja el número de asistente a donde sereúnen grupos de niñas y niños, amigas, colegas. En un gimnasio hay máquinas libres, en el parque se corre con más espacio, y tanto reuniones amistosas como familiares se concentran en “la despedida” a los próximos viajeros, o la bienvenida a los visitantes.
Las vacaciones dan ese ánimo de recargar las energías. Se quiere conocer algo nuevo, o repetir el lugar en donde alguna se sintió feliz. Pero ojo, hay ese amor de verano, donde todo salió bien, el cielo brillaba con el sol, el mar dio sus mejores olas, o las montañas estaban verdes con las plantas en plena flor. Esa intensidad que se vive de manera efímera, genera una huella imborrable que llevaincluso a sentir ciertos recuerdos, aromas, texturas, sabores, como actuales, todo por lo que en ese viaje se experimentó.
Está bien enamorarse constantemente de uno y otro lugar, pero para ello, nada mejor que preparar ciertos aspectos fundamentales cuando se va a viajar, de modo que ese amor veraniego, haga un nuevo espacio en la memoria, y si por algo no podemos recordar, sabremos igual que el momento vivido fue efectivo y brioso.
Se puede acceder a privilegiada información sobre cualquier lugar del mundo, ya sea en el propio cantón uotro continente. Con tipear el nombre de un pueblito pintoresco, una laguna, un museo, o cualquier otro tema, aparecerán varias ideas sobre lo que podemos hacer. Revisar sobre la cultura de ese lugar, opciones de paseo, transporte y gastronomía que hay, nos harán gozar del momento sabiendo que lo que se necesite, se puede encontrar. Si la oferta es limitada, entonces en la maleta hay que guardar aquello que sea fundamental. No pase por alto la opción de visitar un museo, asistir a un concierto, o caminar por los alrededores y perderse un poco para tener una experiencia más inmersiva de ese entorno.
Sobre todo, prepare el viaje en su mente y espíritu. Es positivo pensar que todo tiene solución, que hay ángeles que se presentan como personas en el trayecto, y que llenarse de paz y gratitud por la experiencia que afortunadamente pueda disfrutar, sin importar los kilómetros que se recorran o el presupuesto que se destine, es la vida misma de estar en otras vidas durante unas horas o unos días, es el viaje en sí lo que marcará su corazón.