Las aventuras de Mario

Bridget Gibbs Andrade

Se podría pensar que la hoja de vida de Mario Godoy luce más manchas que un dálmata y es más turbia que el agua de un río contaminado. 
El señor Godoy fue ex abogado de Correa en el caso contra el diario El Universo; también fue defensor y cuñado de Juan y Eduardo Larrea Cruz, relacionados con el cartel de Sinaloa y procesados por narcotráfico.
Sumado a su historial polémico con el correísmo, Godoy fue demandado por pensiones alimenticias de sus hijas en el 2018 y en el 2024. La primera demanda fue presentada por la hermana de los narcotraficantes Larrea.
Eduardo Larrea fue subdirector de la Dirección General de Aviación Civil del 2007 al 2009. Tres aeronaves de la empresa SKY Jet Elite, de propiedad suya y de su hermano, fueron detenidas por la DEA en el 2014. En aquel entonces, Godoy fungió como vocero de sus ex cuñados exigiendo una rectificación a los medios de comunicación por la información publicada. Sostenía que no había ocurrido delito alguno en ese caso.
En septiembre del 2019, Juan Larrea fue detenido en Belice transportando 1.347 kilos de cocaína en una avioneta propia. Ese mismo mes, su hermano Eduardo fue apresado en el operativo Mega Avalancha 24. Según la prensa mexicana, la droga estaba destinada al cartel de Sinaloa.
En el 2010, Godoy sería parte del engendro recién estrenado del CPCCS. A partir de ahí las aventuras de Mario tendrían como escenario distintas instituciones públicas. Del 2012 al 2014 fue asesor del TCE; y del 2015 al 2018 consultor del CNE. En el 2019, durante el gobierno de Lenín, dio un salto cuántico a la Secretaría Anticorrupción como director de Investigación de Actos de Corrupción… qué paradoja. En ese mismo año sus ex cuñados fueron detenidos por narcotráfico. Sus aventuras también le han llevado a ser parte de este gobierno. En su corto paso por Petroecuador, fue su procurador.
Hace pocos días Godoy fue nombrado presidente del Consejo de la Judicatura en medio de un proceso plagado de irregularidades, a pesar de las medidas cautelares y de protección presentadas por varios actores para evitarlo. Una de sus tareas sería nombrar a los nuevos magistrados encargados de afrontar casos concretos en materia penal, en los que estaría involucrada la élite política y corrupta del país. Muy a nuestro pesar, tenemos que admitir que la nueva aventura de Godoy plantea graves dudas sobre el rumbo que tomará la justicia en el país. (O)