El domingo 28 de julio de 2024, es un día de enorme expectativa para el pueblo venezolano, para América y quizá el mundo. Se celebrarán elecciones presidenciales en Venezuela, con la posibilidad cierta de que triunfe el candidato de la oposición, luego de 25 años de lo que se ha conocido como régimen chavista y 11 con Maduro en el poder.
Los venezolanos, liderados por María Corina Machado –a quien se le inhabilitó para postularse-, están dispuestos a cuidar cada uno de los votos, para evitar que Maduro y los seguidores que aún le quedan hagan fraude.
Dijo Maduro, sin ruborizarse, que “si no quieren que Venezuela caiga en un baño de sangre, en una guerra civil fratricida producto de los fascistas, garanticemos el más grande éxito, la más grande victoria de la historia electoral de nuestro pueblo”. Lo dicho es una amenaza en toda regla y una confesión de parte que revela su ralea.
A la distancia hacemos votos para que se respete la voluntad de los electores, para que triunfe al fin la democracia. (O)