¿Presidente en campaña?

Marco Salamea Córdova

Por lo que se ha venido observando en las últimas semanas, en el marco de la gestión del Gobierno nacional, la respuesta a esa pregunta podría ser afirmativa. Y esto a juzgar por varias de las acciones adoptadas por el Gobierno y por la característica peculiar que ha ido asumiendo la comunicación gubernamental.

En cuanto a lo primero, por ejemplo, el Presidente Noboa ha convertido la firma de avales, para permitir el endeudamiento de varios Gobiernos autónomos descentralizados provinciales y cantonales (GADs) con organismos financieros internacionales, en verdaderos actos de proselitismo a su favor; y esto a través de la realización de actos públicos, en los que se pretendería dar la impresión de que es el Gobierno el que estaría dando el dinero para la realización de las obras por parte de dichos GADs. Es decir, un acto que en Gobiernos anteriores no pasaba de ser un acto meramente administrativo y rutinario, ha sido convertido en un acto político de masas a favor de la imagen de Noboa.

Igual sucedería con acciones espectaculares y “triunfales”, como la que protagonizó el Presidente hace días al entrar en Durán con militares, policías y equipo militar, para supuestamente “tomar” esa ciudad y “terminar” con la violencia criminal en la misma. Una entrada similar a la que se escenificó, también anteriormente, en Manta.

A dichas acciones se unirían también actos públicos para la entrega de bonos, créditos, becas, etc., a diversos grupos poblacionales; actos que tendrían las connotaciones de ser actos proselitistas y clientelares para ensalzar la figura del Presidente.

A todo se suma una campaña gubernamental profusa y permanente en medios de comunicación; la misma que, más que informar con datos lo que realmente está sucediendo en el país, lo que hace sobre todo es publicidad sobre los supuestos logros del Gobierno en cuestiones como seguridad, empleo, inversiones, etc. Se trataría, empero, de una publicidad política engañosa, pues la realidad evidenciaría que la inseguridad y criminalidad sigue campante, la economía no mejora, el desempleo y la migración siguen altos, los servicios públicos siguen mal, etc. etc.

Pero, esto parecería no importar, pues el Presidente ya está en campaña para su reelección y en campaña “todo vale”. (O)