El poder de la palabra

Audre Lorde, mujer afro defensora de DDHH dice: la palabra es el primer instrumento de poder que cada una tiene. La elección de las palabras que usamos configura y refleja nuestras realidades. Desde este sentipensar, usar la voz como instrumento de denunciay  exigencia debería ser un acto propio de los excluidos y desamparados, pero ¿qué pasa con aquellos que ya no tienen fuerza para elevarla?

El jueves un grupo de protestantes frente a la gobernación reclamaban el acceso a su tratamiento médico, gratuito, seguro y digno como indica la ley de acceso universal a salud del país, eran pacientes con enfermedades renales y sus familiares, que poca o ninguna fuerza tenían para gritar y alzar su voz, acceder a diálisis para tener una vida digna es algo que no se debería rogar. Aun así recibieron gases lacrimógenos y fueron dispersados.

Es irónico que, por otro lado, se esté cuestionando el derecho a la vida desde la concepción y poco o nada se esté haciendo por quienes padecen enfermedades crónicas y catastróficas y no están recibiendo tratamiento digno por falta de inversión estatal ¿dónde están las voces que protegen estas vidas? Puede que yo no sea la voz de nadie, pero mis palabras configuran una realidad: somos incoherentes. (O)

mi.cordero@sendas.org.ec

DZM

Licenciada en Ciencias de la Información y Comunicación Social con experiencia en coberturas periodísticas, elaboración de suplementos y materiales comunicacionales impresos. Fue directora de diario La Tarde y es editora.

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