Vialidad e incredulidad
“Ver para creer” dice la sabiduría popular cuando, a costa de ofrecer y ofrecer, nunca se cumple la palabra, peor si ha sido escrita y difundida.
El pueblo azuayo tiene sobradas razones para el escepticismo.
Esa incredulidad radica en el área vial, sobre la cual se ha hecho una serie de anuncios durante los últimos gobiernos, a lo mejor lanzados para apaciguar reclamos históricos.
Ahora el Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTOP) vuelve, como ha sido su tónica, a hacer otro anuncio: la construcción de cuatro pasos elevados en la autopista Cuenca-Azogues con una inversión de USD 119 millones provenientes de un crédito del Banco de Desarrollo de América Latina.
La palabra del titular del MTOP, Roberto Luque, fue corroborada por el ministro de Finanzas, Juan Carlos Vega, cuencano, además, y, por lo tanto, conocedor del problema vial del Azuay.
En diciembre de 2024 se firmaría el contrato, y en 2025 comenzaría a ejecutarse las obras.
Otros anuncios, por no decir promesas, hechas por Luque son la inversión de entre USD 20 y 25 millones para mejorar la vía Cuenca-Molleturo-El Empalme, y el aumento, para este año, del presupuesto por USD un millón para la Cuenca-Girón-Pasaje, cuya “intervención total” quedaría para 2025 cuando se presenten los respectivos diseños.
Y como a los azuayos les gusta oír ofertas y a los ministros dárselas, Roberto Luque dijo tener ya el presupuesto para comenzar los estudios sobre cuál será el mejor trazado para construir la autopista Cuenca-Guayaquil, otra de las quimeras soñadas por estos lares.
Si esos ofrecimientos se concretan, en buena hora, como quien la provincia recupera el aliento, esperanza, positivismo, venidos a menos, incluso a nivel nacional por tantas vicisitudes.
Claro, vivimos tiempos preelectorales. La gente exige a sus gobernantes soluciones a sus problemas y con algo debe apaciguársela.
Azuay les toma la palabra ministros Luque y Vega.