Innovación financiera en el agro: 3 soluciones para impulsar el crecimiento sostenible del sector
El sector agropecuario en Ecuador es fundamental para la economía y la seguridad alimentaria del país. Sin embargo, enfrenta numerosos desafíos que incluyen la degradación ambiental, el acceso limitado a financiamiento y la necesidad de modernización tecnológica.
“Para impulsar un crecimiento sostenible, es esencial implementar estrategias que no solo aumenten la productividad, sino que también protejan el medio ambiente y promuevan la inclusión social”, asegura Tania Agirre, Gerente de Sucursal Santo Domingo de Banco ProCredit. A continuación, la especialista de la entidad presenta tres soluciones clave para este fin.
1. Adopción de tecnologías agroecológicas
- “La agroecología se centra en la utilización de prácticas agrícolas que trabajan en armonía con los ecosistemas naturales”, explica Aguirre. Algunas de las más efectivas son:
- Rotación y diversificación de cultivos, que se refiere a alternar diferentes tipos de cultivos en la misma parcela de tierra para mejorar la salud del suelo y reducir la dependencia de pesticidas y fertilizantes químicos.
- Uso de biofertilizantes y biopesticidas; es decir, emplear productos naturales para enriquecer el suelo y controlar plagas, disminuyendo el impacto ambiental y mejorando la salud de los cultivos.
- Integración de ganadería y agricultura, que se logra combinando actividades agrícolas con la cría de animales para optimizar el uso de recursos y promover un ciclo cerrado de nutrientes.
- A decir de la representante, estas prácticas no solo aumentan la sostenibilidad, sino que pueden mejorar la resiliencia de los agricultores ante el cambio climático y las fluctuaciones del mercado.
2. Desarrollo de infraestructura y logística rural
- La infraestructura adecuada es crucial para el crecimiento del sector agropecuario. Inversiones en este ámbito pueden facilitar el acceso a mercados, reducir pérdidas post-cosecha y mejorar la calidad de vida en las áreas rurales. Para ello, las siguientes acciones son fundamentales:
- Mejoramiento de caminos rurales, asegurando que las vías de acceso sean transitables en todas las estaciones para facilitar el transporte de productos agrícolas.
- Construcción de centros de acopio y almacenamiento, donde los agricultores puedan almacenar sus productos en condiciones óptimas, reduciendo pérdidas y mejorando la calidad de los productos.
- Implementación de sistemas de riego modernos, con tecnologías eficientes, como el riego por goteo, para optimizar el uso del agua y aumentar la productividad agrícola.
- “Estas mejoras en infraestructura, además de beneficiar a los agricultores, tienen el potencial de atraer inversiones y fomentar el desarrollo económico en las zonas rurales”, sostiene Aguirre.
3. Acceso a financiamiento bancario para agricultores
- El acceso a financiamiento es un desafío crítico para muchos agricultores en Ecuador. Según la experta, las instituciones bancarias pueden desempeñar un papel crucial en la promoción del crecimiento sostenible del sector agropecuario a través de:
- Microcréditos y préstamos agrícolas. “Es esencial proveer productos financieros, que estén adaptados a las necesidades específicas de los pequeños y medianos agricultores, con condiciones flexibles y tasas de interés accesibles”, dice Aguirre.
- Programas de capacitación financiera. Otro punto clave, de acuerdo con la gerente, es aperturar espacios de formación para los agricultores sobre gestión financiera, planificación de negocios y acceso a mercados para mejorar su capacidad de tomar decisiones informadas.
- Soluciones financieras de este tipo mejorarán la capacidad de los agricultores para invertir en su negocio, y fomentarán una mayor estabilidad y crecimiento económico a largo plazo.
El crecimiento sostenible del sector agropecuario en el país requiere un enfoque multifacético que combine la adopción de tecnologías agroecológicas, el desarrollo de infraestructura rural y el acceso a financiamiento bancario. “El apoyo a los agricultores en estos aspectos puede asegurar un futuro próspero y sostenible para la industria agropecuaria y para el Ecuador en su conjunto”, concluye Aguirre.