Inseguridad por prostíbulo clandestino en una casa de Totoracocha. Moradores de la ciudadela Retamas Altas expresan su preocupación por las actividades inusuales que suceden en una vivienda.
Consideran que allí funciona un prostíbulo clandestino. Esto genera inseguridad y los moradores coinciden que se requiere la intervención de las autoridades de Cuenca.
Hablan de manera anónima, los vecinos, porque no entienden qué poder tienen las personas que frecuentan ese domicilio, que ya ha sido intervenido, pero vuelve ha ser utilizado de misma manera.
Los fines de semana, los vecinos no pueden descansar por la bulla y asistencia de personas a este domicilio. Inclusive en horas de la madrugada han ocurrido peleas.
Esperan una solución y piden que esa actividad que no cuenta con ninguna autorización sea retirada del lugar. El domicilio está ubicado entre las calles Sara Urco y Antisana.
Inseguridad en Totoracocha
Los habitantes de la zona han realizado reuniones de seguridad, pero señalan que tienen miedo por las amenazas que han recibido.
Explican que desde los jueves ya hay bulla en esta vivienda, intensificándose el problema los viernes y sábados. Esto impide que los moradores puedan transitar con tranquilidad desde o hacia sus domicilios.
Una de las peticiones de los ciudadanos es que se incremente el número de efectivos del orden público que vigilan Totoracocha.
Sostienen que son 36 barrios de Totoracocha y únicamente 9 policías están destinados para patrullar. Un promedio de 300 casas existen en la zona de las Retamas Altas.
“Todos tienen miedo, pero hay que evitar que continúen actividades clandestinas”, mencionan.
Señalan que se debe controlar y evitar que Totoracocha sea considerada insegura debido a un inmueble mal utilizado.
Antecedentes de inseguridad en esta casa
El 11 de junio de 2024, delincuentes mantenían cautivo a un ciudadano en esta referida casa ubicada en Totoracocha. Al notar la presencia policial abandonaron a la víctima.
La Policía Nacional señaló que anteriormente esta misma casa fue intervenida durante un operativo antinarcóticos.
Esa ocasión hubo personas detenidas, droga decomisada y un arma de fuego.
Las personas que fueron detenidas en ese domicilio durante un proceso judicial quedaron en libertad, explicó Pablo Guachamín, comandante de la Subzona de Policía del Azuay.
La Policía presumió que estas mismas personas habrían estado implicadas en el secuestro.
El jefe policial detalló que los secuestradores exigían 20.000 dólares para dejar en libertad a la persona secuestrada. (I)