Las payasadas olímpicas de la izquierda ecuatoriana

Santiago León

Si usted se quedó un toque asombrado por el performance bizarro de los Juegos Olímpicos, pues el encuentro de las izquierdas del país estuvo igualito. Creo que han llegado a tal punto de desesperación que los representantes de la CONAIE se han juntado con el correísmo. Sí, con ese mismo movimiento político que dio garrote a los líderes indígenas. Hoy se han olvidado de la persecución que vivieron y se alían con sus antiguos verdugos. Realmente, son hijos del maltrato.

A ver, hagamos un análisis medio político electorero, con estilo urbano. La izquierda ecuatoriana está deschavetada. Eso se nota a leguas. Casi una decena de candidatos de esta tendencia política ha decidido terciar en las próximas elecciones, pero la plena, no tienen suficientes apoyos.

Pero atenti, a pesar de no llegar al poder, podrían gobernar. ¿Cómo así? Vamos a ver un poquito más allá de lo evidente. Si un postulante a presidente tiene entre un 10 % u 8 % de votos, significa que llevará a la Asamblea Nacional a unos cuantos de sus panas. Es que todo el manejo del poder se baraja en la casa legislativa. Así que esos sujetos pasan a ser claves para la gobernabilidad.

Eso es lo que ha pasado en los últimos gobiernos. Los presidentes electos no han logrado tener mayoría en la Asamblea Nacional y por eso la han pasado amargamente. Las iniciativas del presidente se quedan a medias y no les queda más que camellar a punta de decretos. Pero hay ocasiones que la Corte Constitucional del Ecuador se vuelve una pieza clave para legislar. Créalo, los jueces, en lugar de estar ocupados en administrar la justicia, están analizando si las propuestas del mandatario son constitucionales. ¡Pérdida de tiempo!

Lo de unificar las agendas de las izquierdas para sacar al país del hueco, es solo cuento. Es para conectar con el electorado, que confía que esa tendencia puede hacerse cargo del Estado. Pero para mí hay algo que no cuadra. Parecería que los numeritos no les van a alcanzar y por eso desean optar por una “alianza”. Como antes fue el Acuerdo País. Quieren un pedacito de la torta.

Ya para rematar, salió otro grupo de ese gajo de aspirantes a decir que la izquierda se une, pero no con el correísmo. Dicen esos representantes que las mentes lúcidas cogobernaron con los anteriores mandatarios, así que barájense. El Nerón que vive en Bélgica creo que ya estaba tuiteando alguna burrada. Ah, cierto, felicitaba la reelección democrática, limpia y transparente de Maduro. (O)