‘El Viaje’ es el título que eligió el marchista olímpico Rolando Saquipay para el libro que espera publicar en los próximos años. Advierte que no se guardará nada y que algunos “querrán lincharme”.
La obra expondrá sus vivencias como deportista y dirigente. Habrá historias, anécdotas, “broncas” y contará por qué los deportistas “son los seres más imperfectos que puede haber en la tierra”.
Un problema en la columna le impide tener el mismo ritmo de vida de cuando era un atleta de alto rendimiento. A sus 45 años, por recomendación médica, procura mantenerse activo gran parte del día.
El marchista hace actividad física, realiza labores de campo en la finca familiar ubicada en la parroquia Tarqui, entrena a sus sobrinos, asesora a colectivos como Abogado de los Tribunales de Justicia de la República, participa en eventos de Trail y ayuda en la organización.
Inicios del marchista azuayo
Rolando era un atleta de pruebas de fondo. Le gustaba correr 5.000 y 10.000 metros. Luego de graduarse en el colegio UNEDID su padre partió a Estados Unidos en busca de una mejor calidad de vida para la familia.
Intentó llevar a su hijo ya que en el deporte tampoco había redito económico. Rolando prefirió quedarse y empezó a trabajar en albañilería.
Su labor terminaba a las 17:00. Para no abandonar el deporte empezó a entrenar con el profesor Luis Chocho (+), quien de a poco le moldeó como marchista.
“Recuerdo que salía desde el Parque de la Madre, me iba marchando por la autopista hasta el Control de Baños y regresaba”. A pesar que llegaba cerca de las 21:00, “Luchito siempre estuvo esperándome”.
El tiempo que combinaba ambas actividades procuraba no tomar el bus. Cerca de las 06:00 prefería ir al trote hacia el lugar del trabajo, el cual variaba dependiendo el contrato de construcción.
“Me pagaban muy bien. Era un buen maestro. Recuerdo que era el jefe de obra, jovencito tenía a mi cargo tres, cuatro personas. El colegio me ayudó mucho porque podía leer planos y hacer un montón de cosas. El físico me ayudaba también porque trabajaba más rápido que los demás…”.
Con lo que cobraba a la semana tenía para comprar zapatos y cubrir otros gastos que demanda hacer deporte en el alto rendimiento.
En 2003 el azuayo decidió dedicarse por entero a la marcha. Tuvo tres razones de peso:
- sus buenas marcas,
- el apoyo de su madre y
- la gestión que hizo su entrenador para que el entonces presidente de la Federación Deportiva del Azuay, Eduardo Encalada, ayude a los marchistas al menos con la alimentación.
El 20 de agosto de 2004 ya competía en los Juegos Olímpicos de Atenas. En su debut absoluto se ubicó 17º en 20 km marcha con 1h24m07s.
Desde entonces el marchista azuayo empezó a tener apoyo gubernamental y de la empresa privada.
Lo retiraron de la marcha por «viejo»
Tras su participación en sus terceros Juegos Olímpicos, en Río 2016, Saquipay empezó a alejarse del deporte competitivo.
Su última presentación internacional fue en la Copa Panamericana de Lima 2017 donde obtuvo un 7º en 50 km marcha. Caminaba a los 38 años de edad.
Rolando confiesa que aun guarda el oficio que le llegó del Ministerio del Deporte. Le decían que le retiraban el apoyo y que debía devolver unos meses que le habían pagado por concepto de la beca.
Todo a raíz del informe del jefe técnico de la Federación Ecuatoriana de Atletismo “indicando que yo ya estaba muy viejo, que mi curva de rendimiento iba a la baja”.
El marchista cuenta que la noticia no lo tomó “con cabeza fría, pero no dije nada a la prensa…”.
Después, en lugar de demostrar lo contrario, prefirió retirarse. Además, vio que detrás empujaba con fuerza una buena camada de marchistas que hoy están en la élite.
Rolando considera que fue una represalia porque desde 2004 empezó a reclamar lo que veía mal en el deporte.
“Desde guambra siempre he sido muy crítico. Creo que por el mismo hecho de haber crecido en el mercado”. Su madre era vendedora de frutas ambulante, luego tuvo un puesto en el mercado 9 de Octubre.
“Me crie viendo como gente que tenía un puesto más grande abusaba de la gente que éramos vendedores ambulantes. Entonces siempre fui el joven que nunca se quedaba callado…”.
Saquipay pulverizó récord bolivariano de Jefferson Pérez
En las dos décadas que estuvo involucrado en la alta competencia, Rolando le da un poco más de relieve a dos medallas de oro que obtuvo en 20 km marcha.
La primera la consiguió el 7 de mayo de 2005 en la Copa Panamericana de Lima. El marchista afirma que en esa época era todo un reto bajar la 1h20m.
Él lo consiguió en 1h19m21s, en la actualidad está entre las 10 mejores marcas de 20 km en la historia de la marcha sudamericana.
La segunda presea dorada la consiguió en los XIV Juegos Bolivarianos ‘Armenia 2005’, dos semanas después de quedar descalificado en el Mundial de Atletismo de Helsinki, Finlandia.
Le ganó al compañero de equipo y vigente campeón mundial Jefferson Pérez. Además, al cronometrar 1h22m51s pulverizó el récord de Pérez de 1h26:19 alcanzado en los juegos de Cochabamba y Santa Cruz 1993. El récord sigue vigente.
Pérez llegó segundo en 1h24m22s. “Ganarle a una de las leyendas del atletismo mundial es algo que le tengo marcado… Puedo tener diferencias con Jefferson Pérez en el tema social, pero como deportista siempre le tendré un respeto profundo”.
En dicho evento bolivariano los dos marchistas cuencanos portaron una cinta negra en sus bividis en memoria del ecuatoriano que murió en el mar cuando el barco en el que intentaban migrar a Estados Unidos se hundió en aguas colombianas.
Medallas de oro internacionales de Saquipay
20 km/*20.000m
- 2004 Campeonato Sudamericano de Chile
- 2005 Copa Panamericana de Perú
- Juegos Bolivarianos de Armenia
- 2006 Campeonato Iberoamericano de Puerto Rico
- 2010 Campeonato Sudamericano de Bolivia
- 2014 Campeonato Sudamericano de Bolivia
- 2011 *Juegos del Alba de Venezuela
Juegos Panamericanos
- 2007 Río de Janeiro 20 km 2º
- 2011 Guadalajara 20 km 4º
Juegos Olímpicos
- 2004 Atenas 20 km 17º
- 2008 Beijing 20 km 20º
- 2016 Río de Janeiro 50 km 34º
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