Marcelo Bielsa es, sin lugar a duda, uno de los más reconocidos y prestigiosos directores técnicos, a nivel de selecciones de fútbol; a Bielsa lo avala: primero la calidad de juego que sus equipos despliegan en la cancha; segundo la ética y el respeto por el fútbol, el deporte y la competencia; y, tercero, pero no menos importante, sus profundas reflexiones que dan sentido y contenido a su propia propuesta.
Pocos días atrás, en el marco de un polémico momento de argumentos y contra argumentos, de reclamos y protestas; tras la eliminación de la celeste en la Copa América, Bielsa nos volvió a recordar que “el fútbol como es gratuito es de origen popular y es una de las pocas cosas que horizontalmente los más pobres mantienen, ya no la tienen más”.
Gratuito y de origen popular el fútbol se convierte, paso a paso, gracias a la sagacidad emprendedora de nuestra dirigencia deportiva en un lejano anhelo; fíjese que para poder ver a la selección jugar la eliminatoria hay que pagar un paquete mensual, adicional a su suscripción a su operador de televisión satelital o de servicio por internet; para alentar a su equipo en la Sudamericana necesita el paquete de DGO o el del Disney + (todo depende del partido); pero si es en la libertadores; entonces por Disney +; si quiere irle al cuenquita, para la Copa Ecuador a través de DGO, pero en LigaPro entonces con Zapping.
Hace poco fracasó una cadena de televisión internacional con LigaPro, otra lo hizo con la Copa Ecuador, el canal del fútbol le vende la selección a todo mundo para tratar de sostener (claro que ellos cobran mensual, sin pausa ni atraso, aunque la selección juega de vez en cada cuanto… -así cualquiera).
En tiempos del pague por ver, cuando el deporte es uno de los espectáculos de mayor atractivo y, dentro de él, el fútbol emerge como el de mayor extensión en tanto cantidad de potenciales suscriptores, me parece que es cuando menos inteligente formar paquetes que vuelvan sostenible, tanto para el operador, cuanto para el espectador la relación. (O)
