Desde las travesuras de “Henry” hasta las incisivas observaciones de “Mafalda”, pasando por el ingenio de “Pancho y Ramona” y las aventuras de “Cristóbal, Trotamundos del Espacio”, diario El Mercurio ha sido un escenario en la evolución en las tiras cómicas.
A lo largo de las décadas, las historietas han proporcionado entretenimiento y reflexión, acompañando a los lectores y reflejando los cambios en el humor. Además, han sido un medio para expresar opiniones y críticas sobre el mundo.
Diario El Mercurio, que cumple 100 años en octubre de 2024, integró en sus páginas no solo noticias, sino también pasatiempo y distracción con la publicación de las viñetas. Entre las primeras tiras cómicas estaban “Ferd’ Nand”, “Mundos Gemelos” y “Perikita” que innovaron la narrativa gráfica del periódico para adaptarse a las tendencias y captar el interés de los lectores.
No solo los superpoderes, también las vulnerabilidades y la confrontación con problemas del mundo real, dotaban a los personajes una autenticidad que creaba empatía.
“Mafalda”
Una de las protagonistas fue «Mafalda», la niña más contestataria de las tiras cómicas, creada por Joaquín Salvador Lavado (+) más conocido como “Quino”.
María Eugenia Moscoso, articulista de El Mercurio, señaló que el extraordinario logro de “Quino” fue retratar a un ser tan especial como “Mafalda”, que “siempre nos llegó al alma”.
“Los periódicos y revistas de América Latina y Europa dieron en sus páginas, particular cabida a Mafalda. Con su característico pelo negro, rechazando a los adultos y a la sopa, cobra vigor desde 1965 y llega a estar dibujada en un libro completo ‘Mundo Quino’”, recordó.
En la misma línea, el humor satírico de “Olafo, el amargado” se imprimió en El Mercurio en los años 90. Si bien su casco con cuernos, barba desaliñada y túnica lanuda le dan a “Olafo” una apariencia hosca, tenía un buen corazón. La historieta fue creada en 1973 por Richard Arthur Allan Browne.
Aunque esas viñetas siguieron siendo populares, se incorporaron nuevos contenidos con “Maldades de dos polluelos” o “Lalo y Lola” asegurando el humor en el rotativo.
Xavier Prado, experto en Comunicación, explicó que el humor desempeña un papel importante en la prensa porque permite mantener un equilibrio con la información. Sin embargo, admitió que las tiras cómicas tienen un impacto.
“En un entorno de noticias con frecuencia cargado de temas serios y a veces abrumadores, las tiras cómicas ofrecen un respiro. Pero el cómic es un medio capaz de abordar temas profundos. Hay tiras cómicas caracterizadas por un humor blanco, que no busca menospreciar ninguna cultura, religión o grupo social. Este tipo de humor es digerible y ofrece un aporte social y reflexivo”, aseguró.
Otro de los personajes que estuvo en las páginas de El Mercurio fue “Henry”, una viñeta creada por Carl Anderson. “Henry”, un niño autónomo, iba por la vida sin la supervisión constante de adultos, enfrentando situaciones con ingenio.
“Henry” era un niño mudo y el lector solo veía pantomimas, la ambientación de sus historias era muy básica. Sin embargo, tenía la cualidad de vivir la vida con un estilo propio, desenfadado y era más listo de lo que los demás creían.
Con el tiempo, las historias de «Henry» y otros personajes evolucionaron al ritmo del gusto del público.
“Cristóbal, Trotamundos del Espacio”
«Cristóbal, Trotamundos del Espacio» fue una tira cómica publicada en El Mercurio en los años 60 y 70. Se caracterizó por su estilo futurista y aventuras espaciales, un tema innovador para la época. Creada por Russ Winterbotham, la historieta narra los viajes de Cristóbal, un personaje que va por el espacio, enfrentando desafíos de ciencia ficción.
Asimismo, las historietas de «Periquita” ocuparon un espacio en el periódico. Los episodios relataban las travesuras de una niña curiosa, que rápidamente se convirtió en un ícono del cómic y la cultura popular. Su influencia perdura, porque generó una ola de personajes femeninos que rompieron con los estereotipos tradicionales, como “Mafalda”.
La tira ofreció a los lectores una perspectiva fresca y entretenida sobre la vida a través de los ojos de una niña de ocho años, dejando un impacto en el género de la historieta. (I)
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